Baloncesto sin fronteras, el deporte como un camino para la progresiva inclusión de los menores migrantes no acompañados tutelados. Canastas de esperanza. Khaliba es un joven de 16 años que llegaba a la Isla procedente de Gambia, una de las zonas del planeta con mayor índice de pobreza. Su viaje en busca de una vida mejor le ha acercado por primera vez al deporte de la canasta. Disfruta y aprende bajo el paraguas del CB Gran Canaria y su Proyecto Nexo; lleva algo más de tres meses formando parte de esta iniciativa social puesta en marcha este año por club claretiano, con la colaboración de la Fundación DISA y del Gobierno de Canarias.
«Aprendo español y también a jugar», apunta el joven, reconociendo que en su país natal «solo practicaba el fútbol». En este breve espacio temporal, ya se ha enganchado a esta modalidad: «Ahora me encanta el baloncesto y el Granca».
Con dos sesiones de entrenamiento por semana, Adam Alarcón y Jordan López, entrenadores de club claretiano, intentan inculcarles nociones básicas del juego y, sobre todo, valores como el esfuerzo y el compañerismo. También que estos menores disfruten y se diviertan. Las risas no faltan.
Nuestros protagonistas, de entre 14 y 17 años, llegan hasta el pabellón de la Vega de San José, en la capital grancanaria, procedentes de los centros donde están tutelados por la Dirección General de Protección a la Infancia y las Familias, ubicados en los municipios de Teror, Telde o Firgas. Son cerca de una treintena.
Khaliba disfruta de esta actividad desde el primer día que se puso en marcha. Señala que le encantaría se cocinero o educador en el futuro; eso sí, no descarta llegar a convertirse en «jugador de baloncesto». Y quién sabe. Si por algo se caracteriza el CB Gran Canaria es por trabajar en su factoría de talentos con jóvenes promesas que algunos casos alcanzan el estrellato en el mundo del profesionalismo.
A través de este Proyecto Nexo, «se intenta ayudar a estos chicos y chicas a cuidar de su bienestar físico y sicológico, además de permitirles conocer otros contextos comunitarios y reforzar también la adquisición de habilidades sociales y relacionales», señalan fuentes de la entidad.
A finales del presente mes, se cierra el primer curso de esta experiencia con una nueva sesión en el pabellón insular de la Vega de San José. Daba comienzo en el mes de marzo. El éxito alcanzado anima a repetir, para que los menores tutelados sigan teniendo esta herramienta de inclusión y apoyo.
Esta se trata de una de las nuevas propuestas del club incluidas en la iniciativa Compromiso Granca, que nacía en 2023 con la intención de devolver a la sociedad canaria el apoyo recibido a lo largo de sus más de 60 años de historia. Además, a través de la misma, se organizan acciones como reforestaciones o limpiezas de playa.
Aparte de este Proyecto Nexo se incluyen el Proyecto Suma y el Proyecto Carmen; esta última pretende emplear el deporte del baloncesto como herramienta de terapia deportiva para mujeres pacientes oncológicas.
Para desarrollar este trabajo con los menores migrantes tutelados, el CB Gran Canaria actúa de la mano de la Fundación DISA y del Gobierno de Canarias.
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