Irene Rodríguez cumplirá seis años el próximo 26 de junio. Casi con toda seguridad, no podrá celebrarlo con su padre, Ángel. Tampoco pudo hacerlo el año pasado, ni el anterior. Irene está desaparecida desde el 27 de mayo de 2023, cuando, según la investigación de la Policía Nacional, fue vista junto a su madre, María, bajando de un ferry en Barcelona.
Nueve días antes, un juzgado de Guadalajara había concedido a Ángel Rodríguez la custodia de su hija. La madre puso tierra por medio y se llevó a la cría. Hasta ahora. El padre denunció el caso y el juzgado dictó en enero de 2024 una orden de busca y captura contra la madre, que sigue vigente.
«Le han robado estos años»
«Llevo casi tres años sin poder estar con mi hija», explica Ángel al canal de investigación y sucesos de Prensa Ibérica. «No sé cómo está. Las últimas fotografías que tengo de Irene son de cuando medía poco más de un metro de estatura. Estará completamente cambiada… y me lo he perdido todo”, continúa. Pero para este padre, «La que más ha perdido es mi hija. A Irene la han privado de su padre, de sus abuelos, de su entorno, de crecer con estabilidad y cuidados. A ella también le han robado estos años. Se los siguen robando”.
El pasado mes de diciembre, madre e hija fueron incluidas en el fichero del Centro Nacional de Desaparecidos del ministerio del Interior. La asociación SOS Desaparecidos difundió también su imagen y sus datos. Fue la última vez que María, la madre de Irene, dio señales de vida. Un mail firmado con su nombre fue enviado a Joaquín Amills, presidente de SOS Desaparecidos.
«No corre peligro»
La madre le aseguraba que «Irene está perfectamente bien y no corre ningún peligro» y pedía la retirada inmediata de los carteles con la imagen de la niña de todas las redes sociales. Añadía que esos carteles incluso estaban apareciendo «en grupos donde hay fotos de mujeres en ropa interior«.
Imagen de Irene y su madre, difundida por la asociación SOS Desaparecidos. / SOS DESAPARECIDOS
Amills respondió al mail explicando que la alerta para localizar a la niña «está en la web del Ministerio del Interior a instancias de la Policía Nacional». Sugirió a la madre, además, que se pusiera en contacto con el padre de Irene porque existía una orden de busca y captura contra ella, además de varias resoluciones judiciales.
La pista suiza
La UFAM de la Policía Nacional investigó el mail para tratar de localizar a la mujer, pero sin éxito. La madre de Irene había utilizado para enviarlo el servidor suizo ProtonMail, que no facilita datos de sus usuarios. Además, la investigación ha revelado que la mujer se conectó a través de varias VPN (conexiones que ocultan su ubicación real) para evitar ser localizada. Esto ha dificultado enormemente su búsqueda.
Pese a todo, el padre asegura que «la policía cree que Irene está en Suiza. Y que está siendo ayudada por otra mujer, con una historia parecida que se ha escondido en ese país con sus hijos”, explica. Al principio de su marcha de España con su hija, la madre tuvo el apoyo de la abuela materna. De hecho, el coche con el que bajan del ferry en Barcelona, un Dacia Sandero azul, era de la abuela.
Denuncias «torticeras»
Pasa el tiempo y Ángel sigue peleando, casi desde que en octubre de 2022 terminó la relación con su pareja. Empezó entonces la lucha por la custodia de Irene y, recuerda, «mi ex pareja me denunció por malos tratos psicológicos y luego por acoso». Esas denuncias fueron archivadas en los juzgados. La fiscal de uno de los casos llegó a calificarlas como «torticeras», utilizadas para perjudicar al padre. Cuando la justicia dio la razón al padre, María se llevó a Irene.
Ángel Rodríguez no ceja en su empeño de recuperar a su hija Irene. Cuenta con la ayuda de la policía española, pero le pesa la lentitud de la justicia. Antes de que su mujer se llevara a Irene, él ya tenía concedida la custodia provisional de la niña. Además de tres años esperando para ver a su hija, lleva el mismo tiempo esperando que el juzgado número 7 de Guadalajara señale la fecha de un juicio que establezca de forma definitiva quién tiene la custodia de la niña. «Si se la ha llevado fuera de España y la detienen, esa resolución definitiva nos ayudaría a recuperar a mi hija», subraya.