El Real Madrid llegó a un acuerdo con River Plate para poder pagar en tres cuotas el fichaje de Franco Mastantuono. Así lo aseguró el presidente de River, Jorge Brito, quien no tuvo reparos en detallar las cantidades en unas declaraciones a TyCSports de Argentina.
La salida del delantero ha tenido un gran impacto entre los seguidores de su club, pero Brito está orgulloso de la operación que ha llevado a cabo y la asume personalmente: «Si el hincha de River tiene que criticar a alguien que sea a mí”, manifestó.
Brito alcanzó a un acuerdo con los blancos para vender al futbolista por 45 millones de euros netos repartidos de la siguiente forma: 20 millones netos como primer pago, 12,5 como segundo en junio del 2026 y otros 12,5 en junio del 2027.
El dirigente calificó la operación como «inmensa» y que solo podía tener el desenlace del traspaso al conjunto madridista. «No podíamos cortarle el sueño a un jugador, a una persona”.
La presión del Madrid
Brito trató que el delantero prolongara su estancia en River Plate, pero el Madrid se plantó. Mastantuono disputará el Mundial de Clubes con River Plate, pero se incorporará al Real Madrid en agosto.
El máximo representante de River Plate confesó que el conjunto blanco lo puso contra la espada y la pared. “No pudimos lograr el objetivo de mantenerlo hasta fin de año y fue entonces cuando llegó el punto en que el Madrid dijo ‘es esto o nada’. Se materializó mediante la cláusula ejecutada por el jugador en acuerdo con el club, por eso aparecieron las cuotas”.
Mastantuono en un partido de Argentina ante Chile / EFE
De esta manera, River se aseguró el cobro de la considerable cantidad de 45 millones de euros por un joven de 17 años, aunque el pago tenga que ser dividido en tres plazos.
El Real Madrid, por su parte, ha apostado muy fuerte por el fichaje del argentino, cuyo rendimiento en Europa es toda una incógnita. Los precedentes de Endrick o Arda Güler son peligrosos, aunque también es cierto que con la llegada de Xabi Alonso se espera un mayor protagonismo de los jóvenes.
Carlo Ancelotti, en este sentido, era mucho más conservador y le costaba dar el paso con los futbolistas de menor experiencia.