Este fin de semana ha finalizado el periodo para inscribir candidaturas a la dirección de la Oficina de Artes Escénicas de la Diputación de Badajoz, puesto de alta responsabilidad que hasta febrero ocupaba David Sánchez—o David Azagra en el mundo del pentagrama—y que abandonó “de forma unilateral” antes de que se cerrara la instrucción por su presunta contratación irregular. Su contrato, firmado en julio de 2017, se dio por terminado oficialmente el 5 de mayo, pocos días después de que la jueza Beatriz Biedma decidiera procesarlo, junto al expresidente provincial Miguel Ángel Gallardo, por presunta prevaricación y tráfico de influencias y el por aquel entonces vicepresidente y todavía Diputado de Cultura Ricardo Cabezas.
La institución provincial no tardó en lanzar una nueva convocatoria, publicada en el Boletín Oficial el 23 de mayo —un detalle casi anecdótico, pero bien cronometrado: justo tras el auto de apertura de juicio oral—, con un plazo de quince días para presentar aspirantes. La Diputación no hará comentarios sobre número de inscritos hasta la adjudicación definitiva: “Es una convocatoria más de las que solemos convocar”, señalan desde Diputación.
Quien resulte elegido asumirá la coordinación de las actividades no lectivas de los conservatorios Bonifacio Gil y Juan Vázquez, la dirección (o supervisión) de sinfónica, banda y orquesta de cámara, y la organización de ciclos y ensayos, además de promover la posición de los grupos en la escena pública y fraguar alianzas con otras instituciones. Un trabajo digno de batuta de oro y agenda sin solapamientos… si se dejan los litigios a un lado.
