Aunque el varamiento de tiburones y rayas en el Mediterráneo es un fenómeno habitual, especialmente durante las estaciones cálidas como el verano, últimamente está ocurriendo con una frecuencia que preocupa a los científicos.
Por ello, se ha formado un grupo de especialistas de diversas entidades del Mediterráneo español que ha puesto en marcha una investigación para esclarecer las causas de este aumento del número de varamientos de mantas gigantes (Mobula mobular) en el litoral mediterráneo. Durante la primavera se han contabilizado cerca de 20 casos.
Esta especie es una raya filtradora de gran tamaño que habita en aguas abiertas y que está catalogada como en peligro de extinción por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN).
Una mantarraya recuperada en Calafell / CRAM
Por ello, la Conselleria de Medio Ambiente de la Generalitat Valenciana, en colaboración con el Oceanogràfic de València, ha puesto en marcha una investigación para esclarecer las causas que hay tras el creciente número de varamientos de mantas gigantes (Mobula mobular) en el litoral mediterráneo.
Tal como ha señalado el secretario autonómico de Medio Ambiente y Territorio de la Generalitat Valenciana, Raúl Mérida, hasta el momento se han documentado 17 avistamientos en distintas zonas del Mediterráneo, incluyendo Cataluña, Baleares y la Comunitat Valenciana, donde se han contabilizado siete casos, uno de ellos ocurrido en la localidad de Vilajoiosa.
En caso de avistar una manta en la orilla o cerca de la costa, es fundamental llamar al 112 y no manipular el animal
En concreto, el objetivo es responder de forma coordinada y eficaz a este fenómeno inusual, que no sigue un patrón claro y parece estar relacionado con múltiples factores ambientales y biológicos. Por ello, se están llevando a cabo análisis patológicos y medioambientales con el fin de identificar con precisión las causas que podrían estar detrás de estos varamientos.
En caso de localizar un ejemplar varado hay que llamar al 112 y no manipularla / Oceanogràfic
El responsable de Conservación del Oceanogràfic de Valencia, José Luis Crespo, ha recalcado que por parte de los expertos aún no se ha determinado una causa única, ya que todos coinciden en la necesidad de intensificar el seguimiento de esta especie clave para los ecosistemas marinos.
Recomendaciones a la ciudadanía
Las autoridades aconsejan que, en caso de avistar una manta en la orilla o cerca de la costa, es fundamental llamar al 112 y no manipular el animal bajo ningún concepto. Por otro lado, se debe mantener una distancia prudente y evitar cualquier acción que pueda aumentar el estrés del ejemplar.
Esta colaboración puede ser crucial para la adecuada actuación de los equipos especializados, aumentando así las posibilidades de supervivencia del animal y facilitando la recopilación de datos científicos.
Una manta, en aguas a poca profundidad / Agencias
El aumento en la presencia de mantas gigantes en aguas del Mediterráneo español subraya la importancia de esta región en el ciclo de vida de la especie. Su conservación se convierte, por tanto, en un reto prioritario, especialmente ante la amenaza de contaminación, pesca accidental y el cambio climático.
La iniciativa de coordinación científica y técnica está respaldada por un extenso listado de entidades e instituciones de ámbito estatal y autonómico, entre ellas el Ministerio para la Transición Ecológica, la Generalitat de Catalunya, Universitat Autònoma de Barcelona, Institut de Ciències del Mar (CSIC), Asociación Catsharks, Fundació CRAM, Generalitat Valenciana, Universitat de València, Fundación Oceanogràfic, Fundación Azul Marino, Associació Lamna, IMEDMAR-UCV, Govern Balear, Fundación Palma Aquarium, Save the Med Foundation, Fundación Marilles y Seashore Environment & Fauna.
