Netanyahu muestra fuerza en el exterior mientras lidia con graves problemas internos en casa

Mientras con una mano masacra la Franja de Gaza y reta a Irán con un ataque a sus instalaciones nucleares, Netanyahu sostiene con la otra la deteriorada coalición de Gobierno que le mantiene en el poder. El acuerdo del Likud, partido del primer ministro de Israel, con ultranacionalistas y ultraortodoxos, incómodo ya desde el principio, se resquebraja por momentos. Sin ir más lejos, esta semana, el jueves, Netanuahu salvó ‘in extremis’ su permanencia en el cargo después de que el Knesset -Parlamento israelí- rechazara en una votación muy ajustada una moción para disolverse. De esta manera, el primer ministro aplazaba la posibilidad de la celebración de elecciones anticipadas que, según recientes sondeos, estaría condenado a perder.

Fuente