El que pega primero, pega dos veces. Eso quiso Valencia Basket. Empezar bien el partido y la serie. Serio, duro, metido… y corriendo para castigar las piernas veteranas del Tenerife, en especial de su gigante, Shermadini. En eso Pradilla fue muy incisivo desde el primer minuto. Recibir canastas o no, pero transitar a toda velocidad. A pesar de dos triples para un 0-6 inicial, pronto Vidorreta tuvo que rebajar las revoluciones. Una valiente bandeja de López-Arostegui puso un 18-13, minuto 7. 23-19, minuto 10 con mucho castigo en la pintura (14-6).
Reuvers arrancó el segundo con un matazo y vimos a Pedro Martinez encararse con Shermadini por una acción que el catalán consideró fea. Eso genero tensión y espoleó a los locales. Eso y un Jones excelso, autor de 13 puntos que pusieron un más 16, 45-29. Pero Tenerife hacía la goma, aprovechando el carácter de Doornekamp, con tres triples salvavidas que mantuvieron a flote a los suyos llegado el descanso, 47-37. Podría haber sido peor con Shermadini y Kramer combinando cinco puntos.
De vestuarios salió mejor el equipo de Vidorreta, que llegó a ponerse 53-50 con otro gran lanzamiento de Doornekamp. Un 6-13 de parcial peligroso. Podría haberse puesto nervioso Valencia Basket. Podría, pero no. Fue cuando volvió a surgir la valentía de Badio y el detector de metales de Pradilla, con ese imán para el rebote. Mantuvo la calma, algo que gustó a Pedro, y cerraron cuarto con un más tranquilizador 67-59.
Conociendo a Marcelinho, lo iba a intentar. Fitipaldo asumía el subir la pelota, para desgastar menos al brasileño, pero volvió a entrar en ebullición Montero. Con varias penetraciones llenas de magia y determinación volteó el choque y Tenerife ya no creyó. La primera fue para Valencia Basket, de forma concluyente, 83-65. Una de las peores anotaciones de los de Vidorreta en lo que llevamos de curso. El jueves a por el segundo. Seguro que diferente, seguro que duro.