Mientras la FIFA y los operadores televisivos difunden anuncios publicitarios del Mundial de Clubes, una secuencia bien diferente se está grabando en las calles de Los Ángeles, una de las doce sedes de la cita que comienza este sábado y que tiene su primer gran plato fuerte el domingo 15. Un PSG – Atlético de Madrid que se juega, precisamente, en Florida. En concreto, el Estadio Rose Bowl de Pasadena, a unos 30 kilómetros del epicentro de unas protestas que buscan poner en jaque la política migratoria de Donald Trump.
¿Por qué se han producido los disturbios?
Van ya cinco días de protestas derivadas de los operativos del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés) desarrollados el pasado viernes. Medio centenar de personas fueron detenidas mientras se ejecutaban órdenes de registro en diferentes lugares, tanto particulares como de trabajo. Fue la mecha que prendió para una tormenta de disturbios que se ha agravado con el paso de los días. También se han producido saqueos en tiendas, lo que ha llevado al Pentágono a movilizar a 700 marines de la Guardia Nacional para proteger edificios gubernamentales.
El plan se venía fraguando desde las últimas semanas, cuando el gobierno de Trump realizó varios cambios en el sistema migratorio para forzar más arrestos. El problema se ha generado cuando, según denuncian organizaciones humanitarias, se han llevado a cabo detenciones de trabajadores que no suponen un riesgo, a diferencia de otros perfiles peligrosos detectados en una operación contra ciudadanos sin documentación. Esto ha provocado una espiral de violencia que se ha dirigido hacia lugares como un centro de detención de Los Ángeles, que amaneció con el lema ‘Our City’ («Nuestra Ciudad»), pintada en su fachada.
Efecto contagio de Los Ángeles a otras ciudades
Esto ha provocado un enfrentamiento abierto y directo entre las autoridades. El gobernador de California, Gavin Newsom, del Partido Demócrata, calificó de ilegal el uso de marines en servicio activo y aseguró que presentará una demanda para impedir su despliegue. En la misma línea se ha manifestado la alcaldesa de Los Ángeles, Karen Bass, quien también ha acusado al gobierno de Trump de sembrar el caos en la mayor ciudad de un país donde se está produciendo el efecto contagio de las algaradas.
En San Francisco, más de 150 personas fueron arrestadas el domingo, según autoridades locales y en Nueva York, donde se han realizado múltiples detenciones. Episodios similares se han registrado en Dallas, Boston, Seattle, Pittsburgh, Charlotte o Washington DC, algunas de ellas, ciudades que pertenecen al mapa de 12 sedes en el que se juega el Mundial de Clubes.
EEUU va a ser la capital del deporte durante los próximos años, acogiendo el Mundial de 2026 y cerrando el ciclo con los JJOO de Los Ángeles 2028, de ahí que todas las miradas estén puestas en su capacidad para responder a episodios de seguridad conflictivos como los que representan los disturbios de California. El fútbol, con una fuerte conexión latina, tanto en la grada como en el campo, ha sido también un terreno abonado a la protesta.
Solidaridad por parte de Los Ángeles FC
En medio del caos que se vivía en la zona centro de Los Ángeles se disputó este domingo un partido entre los locales LAFC, el último equipo en lograr un billete para el Mundial de Clubes vía repesca, y el Sporting Kansas City, dentro de una nueva jornada de la Major League Soccer 2025, que no se detiene. La propia franquicia de Los Ángeles apoyó una iniciativa de sus seguidores, que denunciaron las redadas bajo el lema «Hombro con hombro» y cargando contra el ICE. «Cuando nuestra ciudad siente miedo e incertidumbre, LAFC se une hombro con hombro con cara miembro de nuestra comunidad”, rezó el posicionamiento oficial de la entidad.
Los jugadores del equipo ‘Black & Gold’ no han sido ajenos a esta situación, en la que se han visto involucrados algunos de sus compatriotas. “Estamos unidos y esta victoria se la regalamos a los que pronto la están pasando mal por la situación”, dijo el central colombiano Eddie Segura después del 3-1 logrado contra el Sporting Kansas City. “Nosotros os extrañamos ahí fuera, pero estamos unidos. Todos estamos poniendo solidaridad en estas situaciones difíciles y espero que las cosas se puedan resolver bien. Que no sigan sufriendo con todo lo que están pasando”, sentenció, recogiendo el malestar de la grada y de una parte de la sociedad estadounidense que ha convulsionado a apenas cuatro días del Mundial de Clubes.