Robert Lewandowski anunció el domingo por la noche que ya no quiere jugar con Polonia bajo la dirección del actual seleccionador nacional, Michal Probierz. El seleccionador oranje, Ronald Koeman, reaccionó con ingenio a la pregunta sobre qué haría en tal situación.
De hecho, la pregunta fue para el capitán de la selección de Países Bajos, Virgil van Dijk. «¿Qué harías si te quitaran el brazalete de capitán?», le dijeron. Y él giró la cabeza y le pasó el ‘marrón’ a su seleccionador: «Sería cosa suya».
Koeman tomó entonces la palabra: «Durante estos años he aprendido que nunca debes pelearte con tu mejor jugador. Nunca ganarás con eso. Eso es algo que he aprendido».
La decisión de Lewandowski sobre no jugar con la selección vino tras un enfrentamiento con Probierz que terminó con la retirada del brazalete. «Ni rencores ni resentimientos, le quité la capitanía por el bien del equipo. Tras hablar con muchos jugadores y el cuerpo técnico, hice un análisis y decidí cambiar de capitán».
La versión de Lewandowski
Lewandowski contó su versión en una entrevista concedida al medio polaco WP Sportowe: “Recibí una llamada sorpresa del entrenador Michał Probierz para decirme que me quitaba el brazalete. No estaba preparado para ello; estaba acostando a mis hijos. La conversación no duró ni un minuto”. Y también explicó que no había tenido ni tiempo para informar a su familia, ya que la noticia se filtró rápidamente a otro medio de su país.
“Llevo 11 años con el brazalete y 17 con la selección. Me pareció que estos asuntos deberían tratarse de otra manera. Sobre todo, porque falta mucho para la próxima concentración. Además, todo se comunicó por teléfono. No debería ser así. El entrenador traicionó mi confianza“, dijo en la citada entrevista.
La bomba que Lewandowski detonó podría afectar el desarrollo deportivo del Grupo G de la clasificación para el Mundial, grupo en el que también juega la selección holandesa. Lewandowski no estará presente este martes, cuando Polonia juegue en el estadio y contra Finlandia