Continúa
abierta la investigación acerca de las causas del incendio en la
residencia Domus Vi de Zalfonada, en la que este viernes por la noche
murió un hombre de 93 años. Hubo 22 heridos, entre ellos una mujer
de 70 años que tuvo que ser ingresada en la UCI y que este lunes se
encuentra ya en planta.
Continúan
hospitalizadas 9 personas: 5 de ellas en planta en el Hospital
Clínico, todos ellos estables; y 4 en el Hospital Nuestra Señora de
Gracia, que evolucionan favorablemente y a los cuales se prevé dar
de alta entre este lunes y el martes.
La
tragedia pudo haber sido mucho mayor de no haber sido por la
colaboración ciudadana. Los vecinos se volcaron en ayudar a Policía
y Bomberos en sacar a los residentes del interior del edificio.
Uno
de esos héroes es Darwin Castellanos, camarero del Bar Garrochino,
ubicado frente de la residencia siniestrada. Estaban a punto de
cerrar y él se encontraba atendiendo la terraza cuando vio el humo y
los Bomberos en la zona. Y se acercó a ver qué pasaba.
«Había
una abuela tocando la ventana pidiendo que la sacáramos, le dije al
Bombero si podía romper la ventana y me dijo que ya estaban sus
compañeros dentro», ha contado en COPE. Pero, momentos después,
dejó de ver a la señora y pensó que podía haberse desmayado.
«Cogí
un contenedor y traté de romper la ventana y, como no pude, me fui
al bar a coger un martillo«, recuerda. A partir de ese momento,
otras personas comenzaron también a romper cristales y a sacar
residentes del interior.
«Con
las sillas de la terraza los llevamos a peso para separarlos del
lugar», explica. En total, en la zona en la que se encontraba,
consiguieron sacar a 15 personas.
No
fue el único. Muchas personas se volcaron en ayudar a los
residentes. «En el edificio había estudiantes de Medicina que les
atendieron y entre todos les limpiaban la cara con toallitas, les dieron agua y les
arropaban porque iban en pijama o con bata«, recuerda Darwin.
Este
joven asegura que en ese momento no tuvo miedo de actuar. «No
piensas en nada, en si te vas a cortar o se te va a caer un cristal,
haces lo que te sale del corazón«, asegura. Este lunes, ha
recibido la visita de algunos clientes que se han acercado a darle
las gracias por su valentía. «Me han dado unos abrazos muy buenos,
han llorado de la emoción«, concluye.