Las espadas siguen en alto en el conflicto educativo. El Principado citó ayer a los sindicatos para reanudar mañana las negociaciones tras la dimisión en bloque de un centenar de directores de Infantil y Primaria. La gran incógnita ahora es qué ocurrirá con esas renuncias, aunque según la interpretación de la legislación que hace el Gobierno regional todos los profesionales deberán continuar con sus funciones mientras su petición no sea aceptada por la Administración. De este modo, no se produciría un vacío que afectaría de lleno al final del curso y a la planificación del próximo.
En el seno de la Administración autonómica se interpreta que el decreto 76/2007 deja claro que la renuncia de un director deberá ser «aceptada por el titular de la Consejería competente en materia de educación». Por lo que el centenar de equipos directivos dimisionarios tendrían que seguir cumpliendo por el momento con sus funciones. Esto significa que todos los colegios abrirán mañana sus puertas con «cierta normalidad» para un día de huelga.
También este lunes el Principado y los sindicatos tendrán una nueva oportunidad para alcanzar un pacto. Los contactos se reanudaron ayer cuando la vicepresidenta del Gobierno regional, Gimena Llamedo, «tendió su mano» a los representantes sindicales para llegar a «un acuerdo que beneficie a toda la educación pública asturiana».
Llamedo quiso también destacar la «contundente» apuesta del Ejecutivo autonómico por la enseñanza, apelando a la red pública de 0 a 3 años, «pionera a nivel nacional». También hizo hincapié en la oferta para la contratación de profesores de apoyo y administrativos «a fin de recortar la carga burocrática». «Es una apuesta para mejorar la educación en la que habrá menos alumnos por clase y se aumentará el salario de los profesionales», señaló. E insistió en la oferta realizada a los sindicatos el pasado miércoles: una subida de 105 euros brutos al mes de forma general y de 170 para los docentes con una antigüedad inferior a seis años. «Eso nos sitúa en la media del país y, en los tramos de más de doce años de antigüedad, a la cabeza», aseguró.
En cuanto a la extensión del servicio de comedor en junio y septiembre manteniendo la reducción de la jornada, Llamedo confesó que ahora mismo están «inmersos en esta negociación», pero que tal y como adelantó el presidente, Adrián Barbón, se va a «retomar la apuesta por los comedores porque sabemos lo importantes que son».
También ayer se pronunció sobre el conflicto, por primera vez, la consejera de Cultura, Política Llingüística y Deporte, Vanesa Gutiérrez, que ha asumido las competencias de Educación de forma provisional tras la dimisión de Lydia Espina. «Todos queremos que se llegue a un acuerdo cuanto antes», dijo.
Algunos de los directores que han presentado su dimisión aprovecharon la jornada para concretar las causas. Desirée Martínez, del colegio Matemático Pedrayes de Lastres, lo hizo a través de un vídeo en redes sociales: «La oferta del Principado no garantiza una escuela pública de calidad». «No se trata solo de una cuestión de salario», añadió. Y destacó que las medidas propuestas por el Principado «no puntualizan cómo y cuándo se pondrían en marcha».
Además, algunos sindicatos apoyaron las renuncias de los equipos directivos. Desde ANPE, su presidente, Gumersindo Rodríguez, indicó que es una «medida firme que visibiliza la situación insostenible que vive la dirección escolar». Al tiempo que exigió a la Administración «una respuesta inmediata, soluciones reales y respeto por la labor del colectivo».
SUATEA señaló que «apoyan la lucha del profesorado asturiano a todos los niveles». UGT aseguró que se trata de una medida «realizada al margen de los sindicatos», pero que «puede contribuir a desatascar las negociaciones», el objetivo principal. Por su parte, CSIF aseveró que las direcciones de los colegios son «las principales conocedoras de la realidad educativa y las más autorizadas para hablar de los problemas a los que se enfrentan cada día». Desde este sindicato matizaron, además, que no se trata de un «gesto simbólico» sino que se trata de una «denuncia seria, responsable y fundamentada del deterioro progresivo de las condiciones de la enseñanza pública».
Por otro lado, los claustros de profesores de numerosos centros educativos fueron publicando cartas de agradecimiento por el gesto de sus respectivos directores. Desde el Colegio Público Los Pericones, en Gijón, los profesores subrayaron: «Esta denuncia conjunta responde a un contexto insostenible , generado por la falta absoluta de voluntad negociadora por parte de la consejería de Educación». En la misma línea se expresaron los maestros del también gijonés Colegio Público Evaristo Valle: «Entendemos que no ha sido fácil tomar la decisión, pero es coherente (con el manifiesto firmado en un primer momento y dirigido a Adrián Barbón)». Y añadieron que se trata de una medida de presión «meditada y dolorosa». Todos ellos encararán hoy una nueva jornada de protestas, preámbulo del regreso de las negociaciones.
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