La gimnasia rítmica española volvió a tocar el cielo, treinta y tres años después, tras coronarse este sábado campeón continental en la modalidad de conjuntos en los Europeos que se disputan en Tallín.
Un triunfo que permitió al equipo español, integrado en este nuevo ciclo por las valencianas Lucía Muñoz y Marina Cortelles, junto a Inés Bergua, Andrea Fernández, Andrea Corral y Salma Solaun, volver a subir a un primer escalón de un podio que no pisaba en el concurso completo desde los campeonatos celebrados en 1992 en Stuttgart.
Pero si en la ciudad alemana, las ‘chicas de oro‘, que un año antes se habían proclamado campeonas del mundo en Atenas, compartieron el primer puesto con Rusia, en la capital estonia nadie pudo acercarse a los 53,800 que firmó el conjunto español.
Tal y como demostraron los 4,300 puntos en los que las pupilas de Alejandra Quereda aventajaron a Israel, que se colgó la medalla de plata con una nota final de 49,500 unidades.
Un registro insuficiente ante la sobresaliente actuación del equipo español, que ya dejó claro que su objetivo no era otro que el primer escalón del podio con un sensacional ejercicio de cinco cintas, que los jueces premiaron con una puntuación de 26,100 puntos.
Reclamación
Eso sí, tras tener que revisar de nuevo el ejercicio del equipo español, que reclamó, con razón, la penalización de 0,300 puntos con la que fue sancionado inicialmente por la supuesta salida del tapiz de la varilla de una de las cintas, y que posteriormente fue anulada.
Una puntuación que no sólo situaba a España como el mejor de los diecinueve equipos participantes en el ejercicio de cinco cintas, sino que cifraba en 23,400 puntos la nota que necesitaba sumar en el ejercicio mixto para coronarse campeona de Europa.
Puntuación que España no sólo logró, sino que superó con creces con un sensacional ejercicio de dos aros y tres pelotas que valió a las españolas una calificación de 27,700 que le valió la medalla de oro.
Completó el podio Hungría, que arrebató por 0,350 puntos la medalla de bronce a la sorprendente Estonia, que no desaprovechó su condición de anfitrión y soñó durante muchos minutos con la posibilidad de subir por primera vez a un podio continental.
Pero si el original ejercicio de las magiares, que convirtieron el tapiz del Unibet Arena de Tallin en un campo de fútbol, acabó con el sueño local, no pudo impedir el triunfo de España, que aventajó al conjunto húngaro en 5,650 unidades.
Una medalla de oro que el conjunto español tratará de repetir este domingo en las finales de cinco cintas y de dos aros y tres pelotas, en las que España partirá con la mejor nota de todos los participantes.