En mi hambre mando yo

Los ingenieros no solemos meternos en política porque sabemos que es un problema irresoluble al ser dinámico, multivariable y sin reglas objetivas. Abundan los juristas, economistas o politólogos de nuevo cuño, más acostumbrados a lidiar con la naturaleza y contradicción del ser humano. Sin embargo, no puedo pasar de largo lo ocurrido en las últimas semanas sobre la llamada rebaja fiscal asturiana. Tiene miga.

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