Conciso y claro. El consejero delegado de Banc Sabadell, César González-Bueno, ha asegurado este jueves que sigue absolutamente convencido que la oferta de compra (opa) que el BBVA ha lanzado sobre el banco catalán «no va a salir». «Sigo convencido de que la opa no saldrá, no es buena para los clientes no es buena para los accionistas ni lo es para el país. Cuando las cosas no tienen sentido, no salen. Sé que no va a ocurrir», ha sentenciado ante más de cien personas que han acudido al #Afterwork organizado por EL PERIÓDICO en Casa Seat.
En ese escenario que proyecta, en cinco años, González-Bueno ve un Sabadell con un crecimiento de la cuota de mercado «progresiva, pero no exultante». «Imagino que sigue siendo un banco nacional centrado en las pymes -ha argumentado-, pero que tiene un negocio universal, que hace banca con protección de inversión, pymes y particulares, que es buenísimo en TPV, y en comercio exterior, con una transacción del 90% en el crédito documentario de la exportación a la importación».
A su entender, el Sabadell es una institución «especial, distinta y en muchos aspectos superior» porque es de las que «se quedan cuando las cosas se complican». «Buscamos soluciones», ha enfatizado. En esta línea, ha explicado por qué no recomienda la operación a los accionistas del banco que lidera: «Es cierto que rentabilidades pasadas no garantizan rentabilidades futuras, pero en los últimos cuatro años y medio nos hemos revalorizado, hemos multiplicado nuestro valor nueve veces, y el BBVA lo ha hecho por cuatro. De ahí, la primera decisión del Consejo: creíamos que es mejor para nuestros accionistas seguir en solitario».
González-Bueno ha recordado que la segunda vez que el Consejo tomó esa misma decisión fue después de que se presentara la opa en mayo. «Nos hicieron una oferta y les dijimos que nos parecía insuficiente», ha recordado. ¿Desde entonces qué ha pasado? Según los datos expuestos, la media de los bancos españoles se han revalorizado del orden de un 60% y los bancos europeos se han revalorizado por encima del 40%. «Nosotros hemos revalorizado un 72% y el BBVA aproximadamente un 30%. No es que sean malos gestores, pero tienen presencia en ciertos territorios y los bancos mexicanos se han depreciado un 15% en este período».
El banquero ha afirmado que ahora les tocará decidir a los accionistas, y que una de las primeras cosas que van a mirar son los dividendos. «Vamos a repartir 3.400 millones de euros. Con cargo al 2025 ya hemos anunciado 1.300 millones. Tenemos unas perspectivas mejores, y este jueves 5 de junio la prima para los accionistas ha llegado a un nuevo récord, que supone que si hoy el accionista del Sabadell vendiera perdería un 7,5% al quedarse con las acciones del BBVA».
Preguntado por las fusiones transfronterizas que reclaman desde Europa, ha indicado que en el caso del Sabadell «no tienen sentido». A su entender, esas fusiones deben producirse entre bancos con presencia internacional complementaria, o con presencia internacional duplicada, pero menos importante, y que puedan ganar masa crítica en esos mercados.
Con todo, ha mostrado cierta preocupación porque la operación se politice demasiado. «Creo que esto no lo quiere nadie. La política estaba recogiendo un rechazo social y por eso había esa unanimidad en organizaciones empresariales, sindicatos, ciudadanos y partidos políticos. Pero ahora, al llegar a las parte final, me preocupa que se convierta en enfrentamiento político».
Cabe recordar que el ministro de Economía, Carlos Cuerpo, decidió el pasado 27 de mayo elevar la oferta de compra (opa) del BBVA sobre el Sabadell al Consejo de Ministros. Su decisión abre la puerta a que el Gobierno le pueda imponer condiciones que hagan desistir de la operación a la entidad de origen vasco, como desea el banco catalán. No obstante, no está claro el margen legal que el Ejecutivo tendría para ello, con lo que tampoco es descartable un desenlace positivo para el grupo de origen vasco. Además, este jueves el Parlament de Catalunya ha aprobado una moción de ERC por la cual la Cámara catalana ha expresado de «manera contundente e inequívoca el rechazo» a esta operación bancaria.
Aprobar el folleto
Tras la aprobación de la opa por el BCE y la CNMC, la ley da hasta el 27 de junio al Consejo de Ministros para optar entre confirmar la decisión de Competencia, dar luz verde a la opa sin condiciones o imponerle otras distintas mediante un acuerdo que «deberá estar debidamente motivado en razones de interés general distintas de la defensa de la competencia». En una entrevista con EL PERIÓDICO, el presidente del BBVA, Carlos Torres, ya defendió que éstas no existen: «No queda ningún aspecto de interés general que no hayamos cubierto». En este aspecto insistió públicamente este martes el responsable del negocio del banco en España, Peio Belausteguigoitia.
Una vez que el Consejo de Ministros se pronuncie, y sea cual sea su decisión, el BBVA tendría la opción de seguir adelante con la oferta. En ese caso, la operación pasará a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) para que apruebe el folleto. El organismo lleva meses trabajando con BBVA en el documento que debe recoger todas las condiciones y riesgos de la operación. Si el Gobierno apura los plazos, lo previsible es que el folleto esté aprobado en julio.
En ese momento se iniciaría el plazo de aceptación de la oferta para los accionistas del Sabadell, que el BBVA puede fijar en entre 30 y 70 días. En su entrevista con este diario, el presidente del banco, Carlos Torres, desveló que su plan sería ir al plazo más largo: «No conviene a nadie que haya un periodo de aceptación que finalice en agosto. Lo previsible es que se extienda hasta septiembre«. Sería entonces cuando se sabría si la opa ha triunfado o no y, en su caso, comenzaría el periodo de integración entre ambas entidades, que se demoraría varios meses.
César González-Bueno ha augurado hoy que «en ningún caso la operación que no va a ocurrir pasará del primero de octubre».
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