Wizz Air se ha desplomado un 27,90% en la Bolsa de Londres después de presentar unos resultados del año fiscal 2025 (finalizado el pasado 31 de marzo) que han hecho saltar las alarmas. Y es que la compañía ha obtenido un beneficio neto de 213,9 millones de euros, un 41,5% menos que los 365,9 millones del mismo periodo del ejercicio previo debido a los problemas con los motores de su flora. Además, la aerolínea ha evitado ofrecer previsiones anuales por la falta de información sobre el negocio.
«El número de aeronaves en tierra comenzará a reducirse, tanto en términos absolutos como relativos, y por ello hemos alcanzado un punto de transformación. La capacidad de ASK ha vuelto a crecer debido a esto y al aumento del volumen de entregas de nuevos aviones de Airbus. El porcentaje de aeronaves en tierra respecto a la flota total continúa mejorando, lo que nos permite centrarnos en los elementos clave de nuestra estrategia: ganar cuota de mercado, consolidar posiciones de liderazgo y aplicar nuestra experiencia para mitigar los desafíos de nuestro sector. No cejaremos en la defensa del modelo de negocio de ultrabajo coste, generando crecimiento rentable y, en última instancia, valor para nuestros accionistas», ha dicho József Váradi, consejero delegado de la compañía.
En este sentido, cabe recordar que Wizz Air ha dejado en tierra unos 44 aviones de media por problemas con los motores fabricados por Pratt & Whitney.
«La paralización de aeronaves debido a problemas en los motores le ha impedido capitalizar plenamente la tendencia de viajes. Si bien los accionistas conocen los problemas desde hace tiempo, parece haber una gran decepción por la gravedad de los mismos y la falta de previsiones para el año«, explica Susannah Streeter, directora de mercados de Hargreaves Lansdown.
Además, «el paquete de compensación bienal con Pratt & Whitney, el fabricante de motores, solo mitigará parte, pero no la totalidad, del impacto operativo y financiero en el negocio. La aerolínea sigue sumida en problemas, y aunque la dirección ha afirmado que el número de aeronaves en tierra comenzará a reducirse, se espera que los problemas persistan durante dos o tres años», añade.
Así, entre otras magnitudes a destacar, los ingresos totales se han elevado un 3,8%, hasta los 5.267,6 millones; mientras que los gastos de combustible han bajado un 3,1%, hasta los 1.797,6 millones de euros. Los gastos operativos (excluyendo combustible) se han incrementado un 18,8% (3.302,5 millones de euros), y el EBITDA ha caído a 1.134,3 millones.
«La aerolínea describió su último año como de ‘resiliencia y transformación’, mientras que la reacción del mercado sugiere que ‘horrible’ sería una palabra más adecuada«, valora Russ Mould, director de inversiones de AJ Bell.
De hecho, el experto remarca que Wizz Air no está pasando por su mejor momento: los costes suben, parte de su flota está en tierra debido a problemas de motor y las ganancias se desploman».
«Wizz Air solía ser la aerolínea de mayor crecimiento del sector, y se rumoreaba que intentó comprar EasyJet en 2021. Ahora la situación ha cambiado y se está quedando atrás. Con sus acciones cotizando a una fracción de su máximo, si no resuelve sus problemas, Wizz podría pasar de ser un depredador a una presa«, concluye Mould.