Las mafias alargan la ruta para burlar los controles en Mauritania y Senegal

Cada vez más lejos, cada vez más letal. La aparente calma de los últimos meses en las costas canarias no significa que la migración haya cesado, sino que las mafias están reconfigurando sus rutas y desplazando los puntos de salida hacia zonas menos vigiladas, sin reparar en el aumento del riesgo que supone para quienes emprenden la travesía. El cierre de fronteras en Mauritania y Senegal ha forzado a las redes de tráfico a replantear sus itinerarios, alargando el recorrido hasta partir desde países como Guinea Bissau o Guinea Conakri, según confirman fuentes especializadas que trabajan sobre el terreno. Así esquivan los controles reforzados en África occidental, a costa de enviar a los migrantes por una de las rutas más largas, inciertas y letales. La distancia entre Conakri y El Hierro supera los 2.200 kilómetros, unos 750 más que la ya peligrosa travesía desde Senegal o Gambia.

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