El número de grandes fortunas en España se redujo el pasado año un 1,9 %, desde 250.000 a 246.000, aunque el valor de su riqueza se incrementó un 1 % hasta 733.550 millones de dólares, unos 645.000 millones de euros, según el Informe sobre la Riqueza Mundial 2025 publicado este miércoles por Capgemini.
En una nota, la consultora destaca que la evolución de las grandes fortunas en España está en línea con el crecimiento global, si bien a un ritmo más moderado en el caso español; en el conjunto del planeta, el número de individuos con un patrimonio elevado aumentó un 2,6 %, gracias a la subida del 6,2 % de aquellos con un patrimonio ultra elevado.
Ello obedeció, según el informe, al impulso de los mercados bursátiles y al optimismo en torno a la IA, que aumentaron la rentabilidad de las carteras.
El estudio desvela también que las inversiones alternativas, como el capital riesgo y las criptomonedas, ya están consolidadas en las carteras de las grandes fortunas, y representan el 15 % del total.
En Estados Unidos las grandes fortunas crecieron un 7,3 %, en tanto que en Europa, Latinoamérica y Oriente Medio su número descendió «lastrados por desafíos macroeconómicos».
Estados Unidos encabeza la clasificación con 562.000 nuevos millonarios, un 7,6 % más, hasta alcanzar 7,9 millones.
India y Japón destacaron en la región Asia-Pacífico, ya que ambos países registraron un crecimiento del 5,6 %, añadiendo 20.000 y 210.000 millonarios, respectivamente, en tanto que la ralentización del crecimiento en China supuso un 1 % de millonarios menos que un año antes.
En Europa, el número de grandes fortunas se redujo un 2,1 % por el estancamiento económico en los principales países, ya que el Reino Unido, Francia y Alemania perdieron 14.000, 21.000 y 41.000 millonarios, respectivamente.
No obstante, el número de ultra ricos creció un 3,5 % en Europa.
Latinoamérica también mostró descensos en el número de grandes fortunas, del 8,5 %, por la depreciación monetaria y la inestabilidad fiscal; en Brasil se redujeron un 13,3 % y en México un 13,5 %.
En Oriente Medio, su número bajó un 2,1 % debido a la caída de los precios del petróleo.