El Giro de Italia entra en su recta final este viernes con la disputa de la etapa 19, la antepenúltima del calendario, que partirá desde Biella y concluirá en Champoluc, con un recorrido total de 166 kilómetros y un desnivel acumulado de 4.950 metros. Se trata de una jornada de alta montaña en la que las subidas serán una constante desde el principio hasta el final.
El pelotón se enfrentará a un terreno rompepiernas repleto de ascensos y descensos, incluyendo cinco puertos puntuables, tres de ellos de primera categoría. Aunque los tres grandes puertos tienen características similares en cuanto a longitud y pendiente media, el Col Tzecore destaca como el más exigente del día. Sus 16 kilómetros al 7,7% esconden un tramo final aún más duro, con rampas que alcanzan el 15% y una pendiente media del 12% en su parte final.
Tras coronar esta durísima subida, los ciclistas aún deberán superar el Col Saint-Pantaleón (1ª categoría), seguido del tramo bonificado de Red Bull y las ascensiones al Col de Joux (1ª categoría) y Antagndo (2ª categoría), encadenadas antes del esperado final en Champoluc.