El vestuario clama también por un paso adelante

La premura del entrenador, Carlos Corberán, por conocer de parte del máximo accionista los recursos de qué dispone para poder reestructurar la plantilla responde a la lógica. Después del regreso de los cedidos a sus clubes de origen, la venta de Giorgi Mamardashvili y el fin de los contratos de Jaume Domènech y Dimitri Foulquier, de momento la plantilla se ha quedado reducida a 17 jugadores. Y alguno de ellos no entraría en los planes de la próxima temporada, si el Valencia CF realizase una inversión acorde al deseo de mejora del cuerpo técnico, los aficionados y también buena parte del núcleo de futbolistas con los que Corberán ha podido esquivar el fantasma del descenso, y acabar la Liga aspirando a la plaza de Conference.

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