El Consejo de la Unión Europea (UE), que reúne a los estados miembros, adoptó este martes el instrumento que permitirá movilizar hasta 150.000 millones de euros en préstamos respaldados con deuda comunitaria que serán concedidos a los países del club comunitario para realizar compras conjuntas de material militar. El instrumento, bautizado como SAFE, se financiará con una emisión de deuda conjunta respaldada por la UE y trasladará después estos 150.000 millones de euros en créditos a los estados que lo soliciten para acometer compras conjuntas de material de defensa. Los desembolsos se harán sobre la base de planes nacionales.
«Para garantizar las economías de escala y la interoperabilidad y reducir la posible fragmentación de la base industrial y tecnológica de la defensa europea, los estados miembros beneficiarios deberán, en principio, realizar adquisiciones conjuntas con la participación de al menos dos países participantes para optar a los préstamos», indicó el Consejo en un comunicado. Detalló que, en respuesta a la actual situación geopolítica y a la «urgente necesidad de inversión masiva en equipos de defensa, SAFE también permitirá la adquisición en la que únicamente esté implicado un estado miembro durante un periodo limitado de tiempo». Además, Ucrania y los países del Espacio Económico Europeo serán tratados igual que los estados miembros del club comunitario en lo que respecta a esta herramienta de préstamos. «No solo podrán unirse a las adquisiciones conjuntas, sino que será posible comprar de sus industrias», especificó la institución de la UE.
SAFE, asimismo, permitirá a los países candidatos a entrar en la Unión, a los potenciales candidatos y a los países con los que la UE tenga acuerdos de seguridad y defensa (actualmente Noruega, Reino Unido, Moldavia, Japón, Corea del Sur, Macedonia del Norte y Albania) unirse a las adquisiciones conjuntas. «Además, SAFE ofrece la posibilidad de celebrar un acuerdo bilateral o multilateral adicional con dichos terceros estados, en virtud del cual se podrían ampliar las condiciones de elegibilidad», afirmó el Consejo.
Compras a la industria europea
Los Veintisiete mantuvieron tras sus negociaciones la cláusula de ‘preferencia europea’ que constaba en la propuesta original del Ejecutivo comunitario, que obliga a que al menos el 65% de los componentes de cada producto final que formen parte de cada compra procedan de los países del bloque, Ucrania o los miembros del Espacio Económico Europeo.
En consecuencia, los componentes y productos fabricados en terceros países, incluido Estados Unidos, serán elegibles en las compras conjuntas realizadas con los recursos de este instrumento, pero no podrán superar el 35% del coste estimado de cada producto. No obstante, el porcentaje de los componentes de los países candidatos a entrar en la UE, los potenciales candidatos o los Estados con los que la UE ha cerrado acuerdos de seguridad y defensa puede pasar del 35% al 65% si dichos países cierran un acuerdo bilateral específico que los asocia a SAFE, según explicó hoy el portavoz de la Comisión Europea Thomas Regnier en la rueda de prensa diaria de la institución.
Regnier también especificó que la participación de países terceros en SAFE se puede restringir si ese Estado supone una amenaza directa para los intereses de seguridad y defensa de un solo Estado miembro de la UE o del conjunto del club comunitario. El portavoz respondió en ese sentido a una pregunta sobre la hipotética participación de Turquía, que Grecia y Chipre no ven con buenos ojos.
Tipo de armamento
Con respecto al tipo de productos que se podrán adquirir con los créditos de SAFE, el instrumento contempla dos categorías distintas. En primer lugar, munición y misiles, que incluye sistemas de artillería, capacidades de combate sobre el terreno y sus sistemas de apoyo, protección de infraestructuras críticas, ciberseguridad y movilidad militar.
La segunda categoría, sobre sistemas de defensa aérea y antimisiles, incluye capacidades marítimas tanto de superficie como submarinas, drones y sistemas antidrones, facilitadores estratégicos, como transporte aéreo, reabastecimiento en vuelo, sistemas C4ISTAR, activos y servicios espaciales, protección de activos espaciales, inteligencia artificial y guerra electrónica. SAFE entrará en vigor el día posterior a su publicación en el boletín oficial de la UE, es decir, el 29 de mayo.
Regnier explicó que los estados miembros tienen ahora seis meses para enviar sus planes nacionales y propuestas a la Comisión Europea, que los evaluará. «Tras la evaluación, la Comisión tiene la posibilidad de emitir un primer pago inicial para iniciar estos proyectos de adquisición conjunta que llegue hasta un máximo del 15% de esta solicitud inicial. Después, cada seis meses o dos veces al año los Estados miembros tienen que enviar planes sobre cómo evolucionan esos proyectos y esto siempre puede después ser asociado a otra solicitud de pago», explicó.