Segundo el sábado tras su hermano Àlex y tercero ayer, en el Gran Premio de Inglaterra, en Silverstone, ante 40.600 aficionados, tras el italiano Marc Bezzecchi (Aprilia) y el francés Johann Zarco (Honda), Marc Márquez (Ducati) salió mucho más reforzado de Inglaterra al aumentar la distancia que le separa de sus dos inmediatos perseguidores, su hermano, que ahora está a 24 puntos, es decir, casi una victoria y el tricampeón italiano Francesco ‘Pecco’ Bagnaia, al que tiene ya a 72 puntos, lo que significan casi tres victorias (75 puntos).
Pese a todo, no hay que conocer demasiado al ocho veces campeón del mundo para saber que anoche abandonó Silverstone bastante insatisfecho por su comportamiento en pista, especialmente, el domingo, aunque orgulloso de los puntos sumados. Tal y como reconoció con su sinceridad habitual, Marc explicó que “habría quien consideraría los dos podios como algo estupendo, hasta fantástico, pero yo no me fui contento de Inglaterra, pues volví a fallar y suerte tuve de que alguien, no sé quién, ni desde dónde, me echó una mano y me concedió una segunda oportunidad, con la segunda salida del gran premio”.
Después de que su hermano Àlex se fuese al suelo incomprensiblemente al trazar la primera curva nada más salir (“me he caído porque he llegado al punto de inclinación, ya tumbado o casi, no lo entiendo”, señaló el ‘hermanísimo’), Marc, que comandaba la carrera, el grupo, con una cierta ventaja “sintiéndome muy cómodo, la verdad”, también se ha caído “por una ráfaga de viento tremenda, que me ha tirado al suelo y no he podido controlar de ninguna manera”.
«Una cosa tengo clara, cumplí el objetivo que me propuse al llegar a Silverstone, reducir daños, tratar de salir con el mayor número de puntos posibles. Los podios de sábado y domingo son muy buenos»
Y es por ello que Marc estaba enfadado. “Repito, alguien me ha salvado el gran premio, la verdad, hay que ser sincero. No soy de los pilotos que pueden alegrarse por estar en el podio, no, no me gusta. Algo que no está en nuestras manos, por ejemplo, sin duda, esa bandera roja que ha provocado la caída de Aleix y Franco, me ha salvado el día, pues yo me había caído por mi cuenta, yo solito, por culpa del viento fuertísimo que había en la pista. Y por eso estaba enfadado, porque he cometido un error y alguien, insisto, esa bandera, nos ha dado una nueva oportunidad con una segunda carrera para todos. Debí controlar esa situación, no es normal que me ocurran estas cosas con la experiencia que tengo, lo siento”.
Marc reconoce que cuando llegó a Silverstone lo hizo con la misma predisposición que a Catar, es decir, “perder los mínimos puntos posibles y, la verdad, lo hemos logrado, pues me voy de Inglaterra con más puntos que mis perseguidores”. Pero ayer costó mucho ver feliz, contento, satisfecho, hasta orgulloso de su gran trabajo a Marc Márquez.
“Cuando me he caído en la primera carrera estaba controlando bien al grupo, me sentía muy contento con la moto, la notaba muy por el sitio”, reconoció Marc al bajarse del podio de Silverstone. “Luego, tras la segunda salida, se ha producido esa colada, tremenda, que me ha trasladado, en una sola vuelta, del quinto puesto al 11º. Me han pasado Marini, Morbidelli, Mir, Bezzecchi, Àlex…y he tenido que remontar, poco a poco, como podía. Sin esa colada, fruto también de una ráfaga de viento, hubiese acabado tercero igual, pero más tranquilo. Desde luego, no tenía opción alguna de ganar, no”, sentenció Marc, que reconoció que, además del viento, cuando empezó a bombear el freno, el freno no funcionó.
Respecto a la tremenda espectacularidad de la última vuelta, cuando peleó con Morbidelli a brazo partido, acariciándose los carenados de sus dos Ducati, pasándose hasta cinco veces el uno al otro con determinación pero limpieza, Marc reconoció que “lo tenía bastante controlado pero, a falta de dos vueltas, por poco me vuelvo a caer, otra vez por el viento. Y es que, ayer, te podías caer sin hacer nada, simplemente porque te empujaba el viento, ya que no había nada, nada, de agarre en la pista”.
«La caída que sufrí en la primera salida del domingo fue culpa mía. Sí, fue por el viento, que era muy, muy, fuerte, pero el viento era igual para todos. Debí medir mejor todo eso. No tengo excusa, me equivoqué y no debo cometer esos errores»
El mayor de los Márquez Alentá, que parece ir directo a por su noveno título mundial, abandonó Silverstone consciente de haber tenido mucha suerte y, repito, esgrimiendo su sinceridad de siempre, insistió en que “el viento no es excusa, no justifica nada de lo que me ha ocurrido, pues el viento era igual para todos. Tenía que haber calculado mejor mis maniobras, ser más prudente, pues me he llevado, bueno, yo y todos, supongo, más sustos de lo normal”.
Los demás mejoran
Marc volvió a ser tremendamente prudente al hablar del tema más de moda en estos momentos, la rebelión que está liderando el campeón español Jorge Martín contra su nueva marca, Aprilia, que ayer arrasó, de la mano de Marco Bezzecchi, su compañero de garaje, en Silverstone. “Ya dije que quería ser prudente sobre ese asunto hasta oir a Jorge, que es quien tiene que contar lo que piensa y que, al parecer, lo hará esta misma seman o eso creo que ha dicho”.
Eso sí, Marc reconoció que las concesiones que el campeonato otorgó en su momento, especialmente, a Yamaha y Honda, aunque también a Aprilia, ha permitido a estas marcas mejorar “y mucho” sus prestaciones. Y, medio en broma, medio en serio, el campeonísimo catalán añadió “está bien que ganen carreras, pues así les quitarán las concesiones antes”. Y terminó reconociendo que “el test del lunes, tras el GP de Aragón, en Motorland, empieza a ser importante para todos, pues, en Silverstone, se ha demostrado que las otras fábricas se van acercando a Ducati y nosotros debemos estar atentos a esas mejoras”.
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