A la sexta fue la vencida. Saras Jasikevicius llevaba años acumulando participaciones en la Final Four de la Euroliga, pero año tras año se le resistía el título. Hasta este domingo 25 de mayo de 2025, donde la leyenda que el lituano fue de jugador empezó a nacer como entrenador, cuando su Fenerbhaçe ganó a Monaco en la gran final de la Euroliga.
Lo hizo con un equipo marca de la casa de Saras. Con el talento necesario en ataque sí, pero con un sacrificio defensivo enorme, una actividad incesante y la misma agresividad que el lituano mostraba como jugador y también demuestra en cada partido que dirige.
Por ello, al acabar el encuentro, un Jasikevicius visiblemente emocionado solo tenía palabras de felicitación y de alegría: «Se siente increíble. Llevo persiguiendo este trofeo durante un tiempo, se me ha roto el corazón muchas veces, pero me he mantenido y estos chicos han hecho el trabajo».
Ser jugador no se olvida
Un Saras al que le rebosaban las lágrimas al abrazar a su familia, incluso en sus palabras tras acabar el encuentro. Unas palabras dirigidas a lo que ha vivido Fenerbahçe este curso: «Ha sido difícil, pero hemos encontrado la manera de mantenernos unidos. Hemos vivido malos momentos y hemos sobrevivido, pero desde enero creo que hemos jugado un gran baloncesto».
Con las emociones a flor de piel, habiendo sufrido baches y pese a jugar su mejor baloncesto en esta Final Four, Jasikevicius nunca dejará de ser jugador y, por eso, se llevó alguna reprimenda del trío arbitral: «He entrado en la pista y me han llamado la atención. Yo también quería jugar y sé que Billy [Spanoulis] también».
Hablando de su homólogo en Monaco, el lituano solo ha tenido palabras de elogio ante un rival que partía de cenicienta, pero ha sido perfectamente capaz de ganar: «Le quiero felicitar a él y al Monaco. Todos los equipos que vienen pueden ganar y el Monaco podía. Son un gran equipo y su juego físico es increíble»
La sonrisa del MVP
Por su parte, Nigel Hayes-Davis fue declarado MVP de la Final Four, tras una final con 23 puntos y 9 rebotes. El americano, más calmado que muchos de sus compañeros, explicó su mentalidad para llegar a este punto: «En los últimos años siempre he intentado estar presente, pero este escenario me lo he imaginado durante el último mes. Ahora que estoy aquí parece como si ya lo hubiera vivido, pero estoy extremadamente feliz, es tremendo ser campeón de la Euroliga».
Un Hayes-Davis que admitió que su preparación mental, sobre todo para anotar tiros libres, pasó por adoptar una rutina que vio a Cristiano Ronaldo antes de chutar una falta: «Si me ves en los tiros libres, también tengo una rutina para hablarme. Lo más importante para mi madre es que anote mis tiros libros». Todo ello mientras celebraba la resiliencia de toda la plantilla: «Siempre hemos dicho que teníamos un gran equipo, énfasis en la palabra equipo. Perdimos a Scotty [Wilbekin] y eso era una gran baja para suplir, pero lo hicimos».