El PP propone auditar el gasto público, reducir a 14 los ministros y reubicar en terceros países a irregulares

El borrador de la ponencia política del PP para el próximo congreso nacional propone una auditoría del gasto público, como primera medida.

Además, el empeño de Alberto Núñez Feijóo en quitarle «grasa» a la Administración se traducirá en la reducción del Gobierno a un máximo de 14 ministerios.

El texto, según ha podido saber EL ESPAÑOL, propondrá un endurecimiento de la política migratoria, asumiendo la iniciativa, ya incluida en el ideario del PP Europeo, de reubicar en «terceros países seguros» a los inmigrantes irregulares.

Otros compromisos que asumirán los populares para relanzar su proyecto serán medidas de conciliación y apoyo a la natalidad, un plan de infraestructuras para garantizar «el acceso al agua en igualdad».

Y un programa completo de «calidad institucional» para «descolonizar» los organismos controlados por el Gobierno de Sánchez, como prometió Feijóo en su última entrevista con este diario.

«Que los españoles sepan que no voy a fallar, que lo que prometa lo haré, seguro… y si no puedo hacerlo, disolveré y convocaré elecciones».

Esta idea, que en Génova se repite como el lema que quieren que cale en boca de Alberto Núñez Feijóo, sobrevuela el borrador de la ponencia política que los 3.264 compromisarios del PP debatirán del 4 al 6 de julio en su congreso nacional extraordinario.

El texto, a cuyas ideas básicas ha tenido acceso EL ESPAÑOL, no es un mero ejercicio programático, sino el primer bosquejo explícito del «programa electoral de oferta inmediata» con el que los populares quieren armar el proyecto de «Feijóo presidente».

Y está concebido para marcar un contraste rotundo con «las no-políticas de Pedro Sánchez» y «su forma de no gobernar».

La redacción ha estado a cargo de Alma Ezcurra, coordinadora de la Fundación Reformismo 21, el think tank creado por el político gallego tras la desvinculación orgánica de la Faes de José María Aznar.

Fuentes del partido describen a la ahora eurodiputada como «más ayusista que Ayuso». Y según ha podido confirmar este diario, Ezcurra nunca supo que estaba redactando nada para un congreso.

La autora creía que, simplemente, trabajaba en ideas para otro formato, como las antiguas convenciones a las que tan aficionado fue el PP de Pablo Casado.

La dirección del PP dio ese encargo desde el entorno directo de Feijóo, pidiéndole un compendio de ideas rompedoras, con base en su experiencia en la Asamblea de Madrid, y ahora en Bruselas, en los documentos de la Fundación y en las 26 proposiciones de ley impulsadas por los populares, pero bloqueadas en el Congreso.

Fuera la grasa

En ese contexto, el borrador traza un programa político que incluye cinco grandes reformas, dos de las cuales, la de la Administración y la fiscal, articulan las dos primeras medidas que Feijóo ya ha decidido tomar «desde el primer día en la Moncloa».

La primera será encargar una auditoría del gasto público. Exactamente como hizo en Galicia en su primer mandato.

En Génova evitan hablar de «recortes», pero admiten que el efecto será el mismo: «Es necesario para poder sostener o mejorar los servicios públicos».

En el despacho de Juan Bravo, vicesecretario económico del PP, se tiene hecho el diagnóstico para dejar fuera la grasa burocrática: «Pagamos 138.000 millones más al año en impuestos y cotizaciones, y la deuda crece cada semana, mientras tenemos servicios cada vez más tercermundizados«, como se ha visto «con el gran apagón y el continuo caos en los trenes».

La segunda medida, corolario de la anterior, será reducir el número de ministerios a un máximo de 14.

Un Gobierno «útil y eficaz», frente al «Gobierno más caro de la historia» que, según el PP, ha montado Sánchez.

«Los 22 ministerios actuales sólo sirven para pagar cuotas a sus socios y, mientras, multiplicar altos cargos, crear estructuras superfluas y colocar a afines«, zanjan desde el equipo de Feijóo.

De Sánchez a Rajoy

Estas decisiones se encuadran en una estrategia clara: «Feijóo quiere que los españoles sepan que no va a fallar», repiten desde su entorno.

Es una forma de atornillar que él no incurrirá en las «mentiras», en los «cambios de opinión» ni en la «inseguridad jurídica» que achacan a Sánchez.

Pero también un mensaje a los votantes que, en su momento, le dieron la mayoría absoluta a Rajoy y después abandonaron al PP «decepcionados».

Feijóo quiere borrar el paralelismo con ese aspecto del último expresidente popular. Según los estudios demoscópicos del PP, la huida del voto a Ciudadanos en 2018 y 2019 aún no ha terminado de ser revertida.

«Para minusvalorar a Alberto, lo comparan con presidentes que ya lo han sido, y eso siempre es injusto», defienden un alto cargo de la dirección popular.

«Pero el carisma lo da el poder. Y además: Feijóo ha ganado siempre. En Galicia logró cuatro mayorías absolutas cada vez más amplias«, remarca esta fuente.

«Y desde que lidera el PP, no hemos hecho más que ganar y subir: casi al doble en las generales, y con avances en todas las comunidades, incluso en donde el cuerpo electoral es más beligerante con nosotros».

Estado de derecho

El borrador recoge también la intención de endurecer el discurso migratorio, alineándolo con la ponencia aprobada por el PPE en su congreso de Valencia, defendida por la delegación española.

En ella se aprobó, directamente, la reubicación de solicitantes de asilo y migrantes irregulares en «terceros países seguros», si no pueden ser devueltos a los de origen.

Junto a la reforma migratoria, la ponencia esboza otras tres transformaciones: una reforma educativa, que pretende exportar el modelo dual de FP a la universidad para potenciar empleabilidad e industrialización.

También, políticas de apoyo a la natalidad, basadas en incentivos fiscales y conciliación real. Y un plan de infraestructuras para apoyar la reindustrialización, el empleo de calidad «y el acceso al agua en igualdad».

Ese diseño programático se nutre también de los nueve pactos de Estado ofrecidos por Feijóo a Sánchez desde abril de 2022, todos ellos rechazados o sin respuesta.

El más elaborado, y con el que más insiste Feijóo en las reuniones internas del partido, fue el Plan de Calidad Institucional, firmado el 26 de enero de 2023 en Cádiz.

Aquel documento ya incluía reformas como la despolitización del Poder Judicial, la descolonización de instituciones y empresas públicas y un blindaje legal contra los indultos y las amnistías pactadas fuera del Parlamento.

Moreno y las almas del PP

Este texto también figura, en parte, en la base ideológica de la ponencia política. Y será defendido, junto a la alcaldesa de Zaragoza, Natalia Chueca, por dos barones autonómicos de peso: Juanma Moreno y Alfonso Fernández Mañueco, a quienes Feijóo ha encomendado la defensa pública del borrador.

Ambos afrontan elecciones en 2026, y por eso el PP ha querido celebrar el congreso nacional este verano, antes de que comience el «nuevo ciclo electoral».

Moreno llamará a las urnas en junio del año que viene; Mañueco, antes, en febrero o marzo. Feijóo ha querido aprovechar esa ventana para dejar claro que su Partido Popular va de «ofrecer un proyecto y ganar elecciones».

En un principio, Moreno no tuvo claro si aceptar el encargo, según ha podido saber este periódico. El presidente andaluz es muy celoso de los textos programáticos, y temía que el documento virase demasiado a la derecha, con su firma sobre él.

Pero desde Génova le ofrecieron garantías: el texto esbozado por Ezcurra será sólo un punto de partida. «Él podrá centrarse en lo que es común a cualquier alma del PP», explican en su entorno. «La defensa de la propiedad privada, bajadas fiscales como las de Andalucía, y el liberalismo como garantía de derechos humanos«.

Moreno, además, quiere que la ponencia incorpore una llamada a la superación de la política de muros. «Confrontar no es polarizar», dicen sus colaboradores. «Para confrontar hay que dialogar. Y del diálogo siempre sale una conclusión».

Fiabilidad como obsesión

La ponencia se nutrirá también de las proposiciones de ley, como la de conciliación o el plan integral de vivienda, aprobadas por el Senado o registradas en el Congreso y luego «congeladas» por la presidenta de la Cámara Baja, Francina Armengol.

El PP tiene contabilizadas casi una treintena de iniciativas paralizadas con sucesivas prórrogas del plazo de enmiendas.

Para Feijóo, esa actitud es una prueba más del «bloqueo institucional» de la legislatura. «Hay que mostrar que hay otra forma de gobernar: decir la verdad, comprometerse y cumplir. Y si no puedes cumplir, disolver», repiten fuentes de su círculo más cercano.

Ese será el lema no escrito del congreso. Un mensaje directo de fiabilidad, espera el entorno del candidato popular, para «un país harto de giros, vetos y pactos opacos».

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