El Alcoyano ha consumado el desastre. Una temporada para olvidar que cierra con un empate 0-0 ante el Real Madrid Castilla provocando el descenso del equipo a Segunda RFEF. «La sensación que tengo es agridulce. Lo hemos hecho todo para ganar, el equipo se ha vaciado y lo ha dado todo. Ha estado espectacular, me siento orgulloso de todos y cada uno de ellos y así se lo he dicho en el vestuario. No se han merecido esto, no se merecían bajar por lo que hemos visto hoy. Es verdad que en otros partidos no hemos estado tan acertados, pero hoy se han vaciado, lo han dado todo y es una pena», opinaba Luis Miguel Garrido, técnico del equipo.
«No sabemos qué va a pasar. En principio ahora tenemos que asimilar el palo duro que hemos recibido, ver dónde hemos fallado y en lo que podíamos mejorar. El futuro dirá lo que nos puede deparar«, se lamentaba.
Garrido se ha mostrado hundido y fastidiado tras el descenso de su Alcoyano. «Soy de los que piensa que siempre puedo dar más. Puedo ayudar de muchas formas, de muchas maneras. Te sientes fastidiado por no haber podido conseguir la salvación para esta afición y para Alcoy en general. Esto viene como viene, hay que aceptarlo. Intentar corregir todos los errores que hemos tenido. Yo siempre voy a sumar por el Alcoyano, siempre hay que ver el lado positivo«.
Tras ser preguntado si iba siguiendo los resultados de los rivales, el técnico vallisoletano ha confirmado lo siguiente: «Yo no, no quería saber ningún resultado. Es cierto que en el banquillo había gente que sí lo sabía y que estaba al tanto, pero yo no me he enterado de nada hasta el final. Lo primero era que nosotros ganaremos, no lo hemos conseguido y entonces ya no hacía falta fijarse en los demás. Es una pena porque hemos tenido ocasiones para por lo menos habernos ido satisfechos del trabajo realizado, se merecían ganar. No ha sido así y estamos fastidiados y jodidos».
«La afición se expresa como quiere y como puede. Es verdad que tiene que estar un poco decepcionada por no haber sacado los resultados que ellos querían y por no haber conseguido la salvación. La afición es soberana, tengo que dejar que se exprese y a ver si en un futuro podemos darles una alegría y volver a subir a Primera RFEF», sentenciaba Garrido.