Si alguien se siente abrumado intentando memorizar los árboles genealógicos de todas las casas de Juego de Tronos, no hay que preocuparse. Hay retos más complicados que saber diferenciar a un Stark, de un Lannister o de un Targaryen. Por ejemplo, el de saber cómo se llama hoy la plataforma que la emite. Un día es HBO a secas, al siguiente HBO Max, luego simplemente Max y ahora… pues parece que volvemos al nombre anterior. HBO Max, again. Nadie puede asegurar si tendremos más cambios, ni cuánto durará este. El tema de los constantes cambios de nombre ha sonado a chiste. De hecho, los memes han proliferado en internet. Pero tampoco puede decirse que nos haya cogido de sorpresa, porque el sentir era que prescindir de la denominación HBO había sido un error. Era como renunciar a la marca que había dado prestigio a las series de la plataforma. Afortunadamente parece que las cosas vuelven a su sitio, mientras esperamos que no estemos ante un nuevo bandazo.
HBO fue la cadena donde comenzó todo. La cadena por cable que comenzó en los años 70 y que, en los 90 puso patas arriba el panorama televisivo, cuando comenzó a volcarse con series de producción propia cuyo acabado no tenía nada que envidiar a lo que se veía en la gran pantalla. Los Soprano, Sexo en Nueva York, The Wire, A dos metros bajo tierra abrieron la edad de oro de la televisión, a la que ya se le quedaba obsoleto el que se refirieran a ella como la caja tonta. En este crecimiento, la plataforma empezó a poner en marcha sus propios servicios de streaming, con HBO Go y HBO Now. La diferencia entre una y otra es que para ver la primera era necesario estar suscrito a la televisión por cable y para la segunda, no. Así llegó HBO Max que reemplazó a las dos anteriores, con el aliciente de incluir contenido del catálogo de la Warner, además de títulos de producción propia. Era un intento de plantar cara a Netflix con contenidos mas generalistas. Cuando se produjo la fusión con Discovery, alguien tuvo la ocurrencia de quitar HBO de la marca. Del mismo modo, que cuando hace algo más de dos años se puso a eliminar contenido para ajustar costes.
El denominador común siempre ha sido el mismo, HBO. Era la marca de la casa, su identidad. ¿Y si a alguien le diera por llamar a Netflix de otra manera? Apenas lleva unos años con nosotros y ya es una marca perfectamente reconocible. Hasta el punto de que ni siquiera necesita ya poner su nombre completo en el logo. Basta con ver la gran N roja para reconocerla.
El cambio de nombre de HBO Max a Max se convirtió en el gran elefante en el medio de la habitación. Todos los veíamos, pero nadie lo decía en voz alta. Muchos seguían llamándola HBO prescindiendo de apellidos. Entre tanto, el color del logo se cambió recientemente a un fondo de color negro. Pero era obvio que la marca no cuajaba. La estrategia, pretendida o no, de difuminar la marca se vio culminada con la cesión de series a otras plataformas. Algunos títulos emblemáticos de la casa, como True Blood, A dos metros bajo tierra, Hermanos de Sangre y Sexo en Nueva York aparecieron en el catálogo de Netflix. La exclusividad de algunos títulos era precisamente a lo que muchas de esas plataformas se aferraban para atraer suscriptores. Aunque les ha ido mejor que a otras. Westworld, que hace años venía a ser el buque insignia de la plataforma, ha quedado perdida en el limbo, al igual que otros títulos que venían a comérselo todo, como The Nevers o Raised by Wolves.
Aunque hay que decir que los de HBO no han sido los únicos en ofertar su catálogo al mejor postor. Desde su creación, SkyShowtime no ha parado de renunciar a algunos de sus títulos más esperados para venderlos a otras plataformas. Hasta la propia Yellowstone ha tenido un nuevo boom con su llegada a la gran N roja. Del mismo modo, Apple también está abriendo la mano y abrir la posibilidad a que algunos de sus títulos de producción propia se vean en otras plataformas. De alguna manera, estas dos plataformas ya se han beneficiado de ese acuerdo que tienen con Movistar para lograr atraer a nuevos espectadores.
Finalmente se ha impuesto la sensatez, y hasta los propios community manager se lo tomaron a cachondeo. Ya está anunciada para el verano la marcha atrás y el regreso de las aguas a su cauce. Sin embargo, también es cierto que entre el público se tiene la sensación de que hay demasiadas plataformas y no pueden estar suscritos a todo. Para muchos lo ideal sería precisamente un Spotify de series en las que pudiera elegir las que le interesara sin necesidad de estar en una u otra plataforma. La guerra del streaming la está ganando Netflix claramente, así que a HBO le queda el consuelo del prestigio de su marca para mantenerse si no como el número uno, al menos como un referente de calidad. Cada temporada de cualquiera de los spin offs de Juego de Tronos, de White Lotus de The Last of Us se convierten en un acontecimiento. A menos que llegue alguien con alguna ocurrencia.