¿Hasta dónde puede seguir subiendo el oro? Este banco americano es muy alcista

A pesar de su volatilidad, el oro ha batido récords en repetidas ocasiones en los últimos años, pero fue por última vez el pasado mes de abril cuando llegó a superar la barrera de los 3.500 dólares. ¿Es probable que el metal precioso rompa más récords este año? En Goldman Sachs creen que sí.

De hecho, predicen que el oro subirá a 3.700 dólares la onza para finales de 2025. Además, en caso de recesión, pronostican que su precio podría alcanzar los 3.880 dólares por onza.

«Si bien el factor clave desde 2022 solía ser únicamente la compra de activos por parte de los bancos centrales, los inversores en ETF ahora se suman al repunte del oro, dado que ambos compiten por el mismo lingote, prevemos que los precios del oro subirán aún más«, explica Lina Thomas, analistas de Goldman Sachs.

¿Por qué vaticinan que la cotización del metal precioso alcanzará nuevos máximos históricos? Desde la entidad apuntan a varios factores.

Uno de ellos es que el oro está cada vez más en el punto de mira de inversores y bancos centrales. «Los inversores han aumentado sus tenencias de oro, impulsados ​​por la preocupación por la salud de la economía y la volatilidad del mercado. A largo plazo, Goldman Sachs Research prevé que los precios se vean impulsados ​​por la demanda plurianual de los bancos centrales. Nuestros analistas predicen que estos dos factores impulsarán el precio del oro a nuevos máximos históricos», dicen.

Además, el oro tiende a subir durante períodos de inestabilidad geopolítica. En 2025, el metal precioso se ha revalorizado en medio de la incertidumbre sobre los aranceles de la administración del presidente de EEUU, Donald Trump, a sus principales socios comerciales. «Cuando hay mucha incertidumbre, los inversores invierten temporalmente su dinero en oro. Cuando hay claridad, los precios del oro tienden a volver a bajar porque saben qué hacer con su dinero», indican.

A esto se suma que el oro sigue siendo un activo refugio. En este sentido, comentan que algunos inversores se mostraron desconcertados por la caída del 5% en el precio del oro, un descenso a la par con el de las acciones, tras el anuncio de EEUU de aranceles recíprocos a nivel nacional.

«Normalmente, el oro se considera un activo refugio, que se fortalece en momentos de volatilidad y cuando las acciones se desploman. Ya hemos visto esto en 2008, 2020 e incluso en agosto de 2024. Momentos como estos ofrecen buenas oportunidades de compra, ya que el oro suele repuntar poco después, ya que los inversores buscan activos seguros. Lo mismo ocurrió en abril», afirman.

También la guerra de Rusia en Ucrania marcó un punto de inflexión para el oro. Cabe recordar que los países del G7 respondieron a la invasión de Ucrania congelando más de 280.000 millones de dólares en activos rusos. Estas tenencias consistían principalmente en valores en euros, pero también en dólares estadounidenses y otras denominaciones. La mayoría de estos activos extranjeros se encontraban en Bruselas. La congelación de activos rusos en Bruselas demostró que las reservas extranjeras podrían ser confiscadas, explican en la entidad.

«El panorama alcista a largo plazo para el oro se basa en que los bancos centrales están comprando grandes cantidades» y prevén que esto continuará durante al menos otros tres años.

Otro factor subrayable son los más de 12 billones de dólares que los bancos centrales poseen en reservas de divisas. «Mantienen estos activos por diversas razones, como la diversificación, la protección contra la inflación y la defensa de su propia moneda en caso de tensión (vendiendo reservas de divisas para comprar moneda nacional). Las reservas de divisas suelen estar denominadas en dólares estadounidenses, pero también en otras monedas como el euro», señalan.

Sin embargo, los bancos centrales han estado comprando mucho más oro desde la congelación de los activos rusos en Europa: «Pueden guardar el metal en sus propias bóvedas en su territorio, fuera del alcance de otras instituciones y gobiernos del mundo. Desde 2022, las compras de oro por parte de los bancos centrales en el mercado extrabursátil de Londres se han quintuplicado«.

«Lo que hemos visto desde 2022 es este aumento impresionante, este enorme incremento», comenta Thomas sobre las compras de oro por parte de los bancos centrales.

Además, los tipos de interés siguen influyendo en el oro, pues han sido tradicionalmente una de las dinámicas más importantes en sus precios. «Dado que el metal no ofrece un rendimiento como los bonos, resulta más atractivo para los inversores cuando los tipos de interés son más bajos (y viceversa, cuando los rendimientos de los bonos son más altos). Si bien las compras de los bancos centrales han sido el principal factor que ha impulsado el aumento de los precios del oro en los últimos años, las crecientes tenencias de oro en fondos cotizados en bolsa (ETF) también están comenzando a alimentar la mezcla«, aseguran.

Por último, fijan la atención en los tenedores de ETF, la razón por la que existe una correlación entre los tipos y el oro. Como explican, los ETF vinculados al oro gestionan aproximadamente 294.000 millones de dólares en activos, lo que representa unas 3.000 toneladas de este metal.

«Organizaciones como las pensiones y los inversores minoristas individuales suelen concentrar la mayor parte de sus inversiones en ETF de oro. Las tenencias de ETF suelen seguir de cerca los tipos de interés. Por esta razón, históricamente, los precios del oro han estado correlacionados con los tipos. Más recientemente, las compras de los bancos centrales han provocado una divergencia entre ambos», pero Thomas afirma que la influencia de los tipos de interés no ha desaparecido por completo.

«Estamos observando un aumento pronunciado en las tenencias de ETF, más allá del nivel que implicaría un modelo de tasas de interés, ya que los inversores se preocupan por una posible recesión«, concluye.

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