Un incipiente brote de escarlatina ha llevado a las autoridades sanitarias a aconsejar el aislamiento preventivo de un grupo de niños de una escuela infantil de Montilla. Así lo han confirmado a CÓRDOBA fuentes de la Delegación Territorial de Salud y Consumo de la Junta de Andalucía.
Con todo, los casos detectados «no tienen importancia clínica ni epidemiológica», en palabras del enfermero de referencia para los centros educativos de la localidad, Manuel Luque-Romero Sánchez, quien ha enmarcado en la normalidad la incidencia de varios casos de escarlatina en un grupo de niños de Infantil.
Manuel Luque-Romero ha confirmado que se detectaron en una escuela infantil de Montilla «varios casos juntos» de escarlatina, una enfermedad infantil causada por el Streptococcus pyogenes, una bacteria que forma parte de la flora habitual de la nasofaringe pero que, en determinadas circunstancias, puede provocar síntomas llamativos como fiebre alta, dolor de garganta, erupción cutánea y la característica “lengua de fresa”, un enrojecimiento intenso de la lengua con una textura rugosa.
«Se trata de una afección habitual en esta época del año y no reviste gravedad«, destacó el enfermero de referencia, quien aseguró que la aparición de varios contagios en un mismo grupo aconsejó llevar a cabo un estudio epidemiológico para conocer el origen del contagio.
Asimismo, para evitar la propagación de contagios a otros grupos, «se optó, como medida cautelar, aconsejar a las familias que no llevasen a sus hijos al centro por espacio de 48 horas«, ha explicado Manuel Luque-Romero, quien ha querido aclarar que «en ningún momento se ha decretado el cierre del centro ni la suspensión de las clases».
Escarlatina: una enfermedad pediátrica con mala fama. / Badobadop. Wikimedia Commons.
En similares términos se han manifestado desde la Delegación Territorial de Salud y Consumo de la Junta de Andalucía, que han precisado que aunque “es cierto que ha habido un brote” de escarlatina, “eso no es óbice para el cierre si no es preceptivo y, en este caso, no lo ha sido”.
«Solo hemos detectado varios casos aislados en un aula pero no se ha transmitido a más centros educativos, a pesar de que muchos de los niños que acuden a esa escuela infantil tienen hermanos en otros colegios», precisó el enfermero de referencia para los centros educativos de Montilla.
Aislamiento preventivo
Las medidas preventivas para evitar la propagación de la escarlatina incluyen el aislamiento domiciliario de los menores afectados durante, al menos, 24 horas desde el inicio del tratamiento antibiótico, la comunicación inmediata a las familias, al profesorado y a los profesionales sanitarios, así como la limpieza terminal de las instalaciones. Esta última medida abarca puertas, suelos, paredes, mobiliario y cualquier tipo de objeto susceptible de actuar como transmisor indirecto de la bacteria.
Y es que la escarlatina se transmite, principalmente, por las microgotas de saliva que se expulsan al toser o estornudar, aunque históricamente también se han documentado contagios a través de objetos contaminados o incluso alimentos. Por ello, además del tratamiento médico, es esencial adoptar medidas preventivas como el lavado frecuente de manos, la ventilación adecuada de las estancias y evitar compartir utensilios entre niños.
Los expertos insisten en que, a pesar de su nombre, la escarlatina no debe generar alarma, ya que con un diagnóstico precoz y un tratamiento adecuado con antibióticos como la penicilina, «la evolución suele ser muy favorable». Lo importante, como subrayan los especialistas, es «acudir al médico ante los primeros síntomas y completar el tratamiento, incluso aunque la mejoría sea rápida», para prevenir posibles complicaciones como fiebre reumática o infecciones renales.