La selección española se encontrará con una atmósfera muy adversa en el partido de este domingo ante Noruega. La afición local está entregada con su equipo, pese a las escasas opciones de clasificación, y por si fuera poco, el frío será un enemigo más al que combatir.
Las entradas para el encuentro se pusieron a la venta en agosto y rápidamente se agotaron las 25.000 destinadas al público noruego. La Federación Española recibió un cupo de 700 localidades para sus aficionados. Un número reducido debido a la poca capacidad del Ullevaal Stadion.
Pese a las adversidades, la peña Marea Roja se ha desplazado a Oslo con unos 30 hinchas, a los que hay que sumar los que han viajado por su cuenta y los españoles que residen en tierras escandinavas.
La afición vikinga tiene muchas ganas de ver este partido con sus dos grandes estrellas, Haaland y Odegaard, tratando de superar una de las mejores selecciones del continente. Actualmente, España ocupa el segundo puesto en el ranking de la UEFA, solo superada por Inglaterra.
Tres grados
Otro factor adverso será el clima. Después de un sábado de tregua, el domingo ha amanecido nuevamente con un intenso frío y ráfagas de viento.
A la hora del encuentro se esperan unos tres grados de temperatura y la sensación térmica será muy baja. Noruega está mucho más acostumbrada a jugar en estas condiciones que España.
Cabe recordar que la selección se desplazó desde Sevilla, donde rondaban los 30 grados, por lo que el cambio es abismal y no queda otra que habituarse rápido.
Eso sí, el campo está en perfectas condiciones, el hielo aún no ha llegado, y la selección podrá practicar su fútbol de toque sin problemas. España vestirá de azul claro, su segunda equipación, por no coincidir con la roja de Noruega.