La reunión entre Aena y el Ayuntamiento de Madrid sigue sin fecha. Continúan los reproches y los señalamientos entre administraciones, que se pasan la pelota de la responsabilidad unas a otras como si el drama que supone que más de 400 personas sin hogar duerman en el aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas fuese una especie de pachanga y no un gran problema social.
En la tarde de este martes, trabajadores del Aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas explicaban que la intención es implantar, desde este miércoles, la limitación de acceso a las terminales a pasajeros y acompañantes en horario nocturno, entre las 21.00 horas y las 05.00 horas. Lo hicieron después de que el Comité de Seguridad Local de Aena se reuniera para abordar esta situación.
El gestor aeroportuario ya anunció la pasada semana que intensificaría los controles de acceso existentes en franjas horarias de baja intensidad en la programación de los vuelos «con el fin de contribuir a que la situación no empeore». Así, en esas franjas horarias, solo podrán acceder a los terminales del aeropuerto los pasajeros con tarjeta de embarque, sus acompañantes tanto de salida como de llegada, y los trabajadores del aeropuerto.
Además, y según los propios trabajadores, también se reforzará la presencia de vigilantes de seguridad, hasta los 22 efectivos, en ese mismo horario nocturno, y se establecerán controles de documentación en los accesos a las terminales: cuatro en la T-4 y cinco en cada una de las restantes (T-1, T-2 y T-3).
Intercambio de reproches
Que haya más de 400 personas que pernoctan en las instalaciones aeroportuarias en la capital ha provocado un intercambio de reproches entre el Gobierno central, la Comunidad de Madrid y el Ayuntamiento a cuenta de qué administración debe hacerse cargo de la situación ante un colectivo vulnerable.
La delegación del Gobierno asegura que es competencia de Madrid. Y este lunes, el consejero de Vivienda, Transportes e Infraestructuras, Jorge Rodrigo, acusó al Gobierno central de aplicar «políticas inhumanas» en su gestión de la situación de las personas sin hogar que residen y pernoctan en el aeropuerto, en referencia a la actuación de Aena y del Ministerio de Transportes y Movilidad Sostenible, dirigido por Óscar Puente.
Porque también entra en esta ecuación el presidente de Aena, Maurici Lucena, quien este martes pedía al alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, una reunión «con carácter de urgencia» para resolver «el grave y delicado problema de las personas sin hogar» que pernoctan en el aeropuerto. Lo hizo por medio de una misiva donde hace hincapié en que las las terminales y los espacios públicos del aeropuerto «pertenecen íntegramente al municipio de Madrid» del cual Almeida es alcalde.
Sin censo
Almeida respondía que sí a la reunión, pero con los ministerios implicados -Interior y Migraciones- y la Delegación del Gobierno. También le reprochó al presidente de Aena que todavía no tiene ningún censo. El único que hay hasta ahora es el que elaboró la Mesa por la Hospitalidad de la Diócesis de Madrid, al que ha tenido acceso El Periódico de España, donde se refleja la diversidad de situaciones en que se encuentran las personas que pernoctan en el aeropuerto.
A través de 137 entrevistas, pudieron concluir que el 78% de esas personas eran hombres y el 22% mujeres, una «proporción ue confirma una fuerte sobrerrepresentación del sinhogarismo masculino, habitual en otros estudios nacionales y en los datos del INE (23,3 % en la encuesta de 2022 y 19,7 % en la de 2012).
También han visto que la mayoría de esas personas son originarias de otros países. El 26% tienen nacionalidad española, el 14% de otros países europeos, el 46% de países de América, el 9% de África y el 2 de Asia. El 80% llevan más de seis meses viviendo en España y la mitad más de medio año durmiendo en el aeropuerto. «Tanto los resultados del recuento, por ejemplo la presencia de bultos y maletas, como algunas de las variables correspondientes al dilatado tiempo de pernocta previo en elaeropuerto, hacen pensar que la población que duerme en el Aeropuerto, aunque cambiante en un cierto porcentaje, se mantiene durante prolongados tiempos», exponen los autores.
Asimismo, más de la mitad (52%) están empadronadas en Madrid. Además, cuatro de cada 10 (38%) están trabajando y el 90% salen durante el día. La edad de las personas entrevistadas osciló entre los 20 y los 80 años y el grupo de edad más representado fue el de los 45 a los 64 años con un 46% del total.