Veinticinco años de falla. Una efeméride que celebrar que en el caso de la comisión parc de Trénor de Torrent tendrá que esperar. La asociación cultural torrentina se ha quedado sin local tras presentar la vecina de arriba una demanda a los propietarios del bajo, que ceden el espacio a la comisión desde hace más de veinte años, por molestias relacionadas con la actividad fallera.
«El casal nos lo cedió de manera gratuita una empresa de la familia Trénor para su disfrute a excepción del mantenimiento, pero la vecina del piso de arriba nos ha demandado y hasta que se solucione todo este tema, tenemos que parar toda actividad fallera allí«, explica Carlos Ramos, el presidente de la comisión.
Cartel en el balcón de la vecina que ha demandado a la falla Parc de Trénor en Torrent: «Casal sin ley desde 2001». / L-EMV
El conflicto viene de lejos. La convivencia no es buena desde hace tiempo, aunque nunca antes se había llegado a una demanda judicial. Un hecho que ha obligado a Parc de Trenor, no solo a dejar el local a instancias del propietario hasta que se solucione el litigio, sino también a tener que aplazar muchas de las actividades que tenían programadas, entre ellas la celebración de sus 25 años como falla.
Recortes y aumento de cuotas
Ahora, se encuentran con una realidad que hace difícil retomar su calendario fallero, y es que el coste de los alquileres es cada vez más alto. «Nunca nos han multado por ruidos ni por incumplir nada. Ella ha llamado a la Policía, pero los agentes venían y jamás nos han denunciado por algo inapropiado», defiende Ramos. Mientras se tramita esta demanda, la falla está cuadrando los presupuestos, recortando partidas de torneos deportivos, aumentando las cuotas y llegando a acuerdos para hacer frente al cobrecoste que supondrá buscar otro casal.
«Es muy difícil encontrar un local que esté por la zona y esté bien, habilitado, porque tampoco podemos meternos ahora en una reforma integral, no tenemos tanto presupuesto, somos una falla pequeña», lamenta el presidente. De momento, han llegado a un acuerdo con una sala de un multiespacio para poder celebrar las juntas y las cenas los viernes, pero parece que la solución definitiva todavía tardará en llegar.

El casal de Parc de Trénor, con el cartel colgado por un vecino contra el local / L-EMV
Intentos de negociación
La falla, según explica su representante, ha intentado hablar con la vecina, «pero ella se niega». «Si su único problema es el ruido, podríamos haber llegado a un acuerdo para estudiar una insonorización, que aunque económicamente no nos viene bien porque el local no es nuestro, podríamos haber buscado soluciones juntos, pero ella no quiere hablar con nosotros», dicen.
La citación de la demanda llegó el 13 de marzo, pero como estaban en plenas Fallas, no lo vieron hasta que terminó la semana festiva. «Y menos mal», recuerda Ramos, «pues pudimos disfrutar de todos los actos». Eso sí, cuando abrieron la carta, el mundo se les vino abajo. Ahora comienza un proceso que se prevé largo y la falla, aunque sí plantará monumentos, renunciará a muchos actos para poder costearse un nuevo casal, cuando lo encuentren. De momento, la búsqueda de bajo continúa.