Ya lo había insinuado de forma indirecta, si bien evidente. Pero el presidente del BBVA, Carlos Torres, ha dado un paso más este martes y ha defendido públicamente que el ministro de Economía, Carlos Cuerpo, «no debería elevar» la oferta de compra (opa) del banco sobre el Sabadell al Consejo de Ministros, que tendría la posibilidad de imponer a la operación condiciones adicionales que podrían hacer a su entidad desistir. «Lejos de afectar negativamente a ningún elemento de interés general, la operación es muy buena, no solo para los accionistas sino para la sociedad», ha argumentado en una entrevista en la ‘Cope’.
El mensaje del banquero se produce unos días después de que se cerrase la inédita consulta abierta por el Gobierno («no era necesaria», según Torres) para que cualquier interesado le pueda hacer llegar su opinión sobre la operación. Dicha consulta ha sido ampliamente interpretada como una maniobra del Ejecutivo para armarse de argumentos con los que justificar que eventualmente se pronuncie sobre la opa. Es lo que esperan el Sabadell y buena parte de la sociedad catalana, que confían en que el Consejo de Ministros le imponga unas condiciones lo suficientemente duras como para que BBVA se eche atrás.
El ministro Cuerpo tiene hasta el martes 27 de mayo para decidir si eleva la operación al Consejo de Ministros, que a su vez tendría otros 30 días para optar entre confirmar la reciente aprobación con compromisos de la opa emitida por la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), darle luz verde sin condiciones, o imponerle otras distintas mediante un acuerdo que «deberá estar debidamente motivado en razones de interés general distintas de la defensa de la competencia». Es decir, justo las que Torres ha afirmado que no existen.
Mejor que buena
El banquero, así, ha defendido que «el interés general está más que protegido» en la operación, especialmente tras los compromisos que ha pactado con la CNMC. «Hay mucho temor infundado que me gustaría disipar», ha sostenido, antes de repasar dichos compromisos. En particular, ha tratado de desmotar las preocupaciones que la opa genera en Catalunya, en clara referencia al posicionamiento contrario a la misma de la Generalitat y de asociaciones empresariales como Foment, Pimec o, este mismo martes, el Cercle d’ Economia.
«Hay un temor infundado a que Catalunya vaya a perder centro de decisión. Lo niego rotundamente. Tenemos el compromiso de mantener (la sede del Sabadell en) Sant Cugat como centro de decisión relevante, desde el que se gestionará actividad para todo el grupo. Lejos de perder peso, esto es una apuesta por Catalunya, es invertir en Catalunya, porque como dice el president Illa, es el momento de invertir en Catalunya. Es bueno para todos, también para España», ha esgrimido con intención.
Precio y fusión alternativa
Torres, asimismo, ha vuelto a negar que tenga intención de subir la oferta cuando eventualmente esté abierto el periodo de aceptación para los accionistas del Sabadell, pese a que es lo que esperan buena parte de los analistas, inversores y agentes del mercado. Así, ha recordado que su banco ha sido «muy claro desde el principio respecto al atractivo» de la oferta, que es «muy poderosa y contiene una prima muy relevante».
Asimismo, no ha cerrado la puerta a intentar otra fusión si la opa no sale adelante, si bien ha insistido en que su escenario central es que triunfe. En Europa, ha argumentado, «va a haber consolidación porque se necesita; sea esta operación o sean otras, va a ocurrir». Pero pese a ello, su confianza es que la opa llegue a los accionistas de la entidad catalana y estos la acepten: «Espero que decidan que sí y que no haga falta pensar en más operaciones ni para BBVA ni para Sabadell«. Una referencia al interés de este banco de explorar su unión con entidades españolas de menor tamaño, como Unicaja o Abanca.