Aguas revueltas en Indra. El presidente de la compañía tecnológica y de Defensa, Ángel Escribano, ha pedido este martes al consejero y CEO de su filial más rentable, Minsait, Luis Abril que no siga en el consejo de administración. Abril ha presentado su dimisión y no seguirá en la dirección de la compañía tras ser uno de los miembros que se oponía a la fusión de Indra con la industrial madrileña Escribano Mechanical & Engineering (EM&E), empresa participada al 50% por el presidente Ángel Escribano.
Abril abandonará Indra cuando cese su mandato como consejero ejecutivo del grupo el próximo 23 de junio después de ser una de los voces críticas con el plan estratégico de la compañía y su nuevo rumbo hacia el sector de la Defensa. Esta salida se suma a la salida del también consejero Francisco Javier García, ‘ex ‘número dos’ de Volkswagen, según adelanta El Confidencial.
Minsait fue responsable del 62% de los ingresos de Indra en 2024, consolidándose como la principal fuente de negocio del grupo. Sin embargo, su protagonismo dentro de la compañía podría verse relegado ante el nuevo rumbo estratégico de Indra, centrado en reforzar su presencia en el sector defensa. Este cambio de enfoque responde a los objetivos del plan estratégico presentado en marzo del año pasado, que busca ampliar el perímetro de actividad en este ámbito.
Aunque Luis Abril, participó en la elaboración de dicho plan, fuentes conocedoras señalan que no estaría satisfecho con el desarrollo de su implementación. Esta discrepancia habría generado cierta falta de sintonía con el presidente de la empresa, Ángel Escribano, quien asumió el cargo con la hoja de ruta ya definida.
El plan de Indra contempla alcanzar una facturación de 10.000 millones de euros en 2030. Según la propia compañía, la ejecución de la estrategia se ha acelerado como consecuencia de los cambios geopolíticos y el proceso de rearme en Europa, que han impulsado un incremento del gasto militar, también en España.
En este contexto, se prevé que Indra desempeñe un papel clave en la canalización del aumento presupuestario en defensa aprobado por el Gobierno para este año, que asciende a 10.471 millones de euros.
Con este impulso, la empresa está explorando diversas operaciones corporativas, siendo la más destacada una posible fusión con Escribano Mechanical & Engineering (EM&E), propiedad de los hermanos Ángel y Javier Escribano —este último, presidente de EM&E—.
Asimismo, Indra compite por la adquisición de Iveco Defence Vehicles, la división de vehículos blindados del grupo italiano Iveco, y está negociando la compra de la planta de calderería pesada de Duro Felguera en Gijón, con el objetivo de reconvertirla para la fabricación de vehículos militares.
Paralelamente, la compañía busca aumentar su participación en ITP Aero, el fabricante vasco de motores aeronáuticos, del que actualmente posee un 9,5%.
En este proceso de reorientación estratégica, también destaca la decisión de Indra de desprenderse de su filial de pagos, anteriormente Minsait Payments y recientemente rebautizada como Nuek, cuyo proceso formal de venta comenzó en septiembre pasado.