Después de los procesos respiratorios, la lumbalgia y la ciática (lumbociática) son dos de las afecciones más comunes en las consultas de Atención Primaria. Y la primavera y el verano no es una excepción. Sobre todo cuando nos lanzamos a hacer ejercicio en la playa tras un año de inactividad. Pero hablamos de dos problemas que si bien muchas personas piensan que se trata del mismo tipo de dolencia, realmente no es así.
Lumbalgia
La lumbalgia, coloquialmente conocida como lumbago, se define como la sensación dolorosa circunscrita al área de la columna lumbar, y que provoca una movilidad anormal de la zona debido al dolor.
Y la realidad es que produce molestias dolorosas en la zona de baja de la columna (lumbar), en concreto entre el final de las costillas y el inicio de los glúteos.
Es un dolor fácil de reconocer, y entre los diversos síntomas que presenta, el doctor José María Platero Montes, de la Clínica Élite en Asturias, enumera las combinaciones siguientes:
- Lumbalgia leve persistente, interrumpida por ataques de dolores fuertes o espasmos musculares de unos días a varios meses de duración
- Dolor crónico que puede ser de molesto a grave
- Dolor que empeora al sentarse
- Al caminar, o hasta al correr, puede sentirse mejor de lo que nos sentimos al sentarnos o al estar de pie
- Dolor que se alivia con frecuentes cambios de posición
- Dolor que empeora al inclinarse hacia atrás
- Dolor que se alivia al sentarse, especialmente cuando lo hacemos en una posición de inclinación hacia atrás
- Sensación de cansancio en las piernas y, posiblemente, adormecimiento u hormigueo en las piernas, especialmente después de caminar
- Dolores que interrumpen el sueño
- Un dolor que es más pronunciado a primera hora de la mañana y otra vez al final del día
- Un dolor sordo, continuo o intermitente, en la parte inferior de la espalda que se agrava después de hacer actividad física
- Entumecimiento o una pérdida de flexibilidad en la espalda (por ejemplo, una incapacidad para doblarse por la cintura con comodidad)
- Dolor de espalda de aparición repentina o lenta progresiva.
- Dolor que al estar de pie o al caminar generalmente empeora.
- Al acostarse boca arriba el dolor se pone menos intenso
- Movilidad limitada de la columna
Lumbago y ciática son problemas muy diferentes aunque mucha gente los confunde / Freepik
El dolor en esta zona puede tener varias causas:
- Origen muscular (contracturas)
- Nervioso (hernia discal)
- Ósea (artritis reumatoide).
Además, es muy probable que en algún momento de nuestra vida suframos de lumbago, ya que según estiman los expertos, el 85% de la población padece esta dolencia. Pero tranquilidad, porque aunque duele, y mucho, en la mayoría de los casos la causa que la provoca es benigna.
Lumbociática
En cambio, el término lumbociática o ciática, se refiere a un dolor que irradia a lo largo del trayecto del nervio ciático (de ahí su nombre), que se ramifica desde la parte inferior de la espalda a través de las caderas y los glúteos y hacia abajo de cada pierna.
Pero por lo general, la ciática afecta solo a un lado del cuerpo. En la ciática no hablamos de causas musculares ni óseas, sino de la existencia de una lesión en las raíces nerviosas que salen de la columna lumbar a través del nervio ciático.
El paciente con lumbociática, además de dolor lumbar puede sufrir dolor en el glúteo, en la zona posterior del muslo o de la rodilla. La ubicación del dolor dependerá de la rama del nervio ciático que se haya visto afectada.
Y los síntomas nunca son agradables. Porque si bien es cierto que el dolor puede ser leve, también es verdad que podemos sufrir una sensación aguda de ardor o dolor cuasi insoportable.
En algunas ocasiones puede sentirse como una sacudida o una descarga eléctrica, y casi siempre es peor al toser o estornudar.
Pero quedarse quieto no es la solución, porque permanecer sentado durante períodos prolongados puede agravar los síntomas.
Algunas personas también sienten entumecimiento, hormigueo o debilidad muscular en la pierna o el pie afectados. Incluso las dos sensaciones mezcladas, con dolor en una parte de la pierna y entumecimiento en otra.
Tratamiento del dolor lumbar
El tratamiento para enfrentar ambas dolencias será también diferente, en función de la causa que esté originando ese dolor, pero hay algunas cuestiones comunes, según explican desde la Fundación Española de Reumatología.
En primer lugar, no abusar del reposo.
Pasados dos días es esencial recuperar la actividad física de forma suave y progresiva, según vayamos experimentando mejoras.
Claves para prevenir el dolor lumbar
Para los especialistas en traumatología, la prevención del dolor lumbar se basa en tres ejes fundamentales:
- Evitar coger pesos
- Higiene postural
- Ejercicio físico.
En nuestra vida diaria cargamos peso, bien cuando vamos a la compra, bien cuando tenemos que coger en brazos a un niño, o bien por cuestiones laborales.
Y en vacaciones todavía corremos más riesgos con los «maletones» que nos acompañan en nuestros desplazamientos y que hay que cargar, subir al maletero, sacarlo… y en no pocas ocasiones hasta tenemos que subir buenos tramos de escaleras en el «pueblo».
Pero la Fundación Española de Reumatología nos da algunas nociones básicas sobre cómo hacerlo.
Higiene postural
Si por trabajo o por cualquier razón debemos permanecer de pie durante mucho tiempo, debemos cambiar de posición a menudo. Podemos alternar nuestro peso en cada pie, o incluso buscando algún apoyo.
Y actividad física, fundamental
Un último detalle, si el dolor lumbar, bien sea ciática o lumbago, se mantiene más de 3 semanas, lo mejor es acudir al médico, si todavía no lo hemos h