Llegaron de vacaciones y terminaron inaugurando un local de pasta fresca. Alessandro y Concetta no venían con un plan cerrado, pero la isla les ofreció justo lo que buscaban. Así nació Conchita, en pleno centro de Las Palmas de Gran Canaria. Aquí la pasta no se compra hecha: se elige, se crea y se disfruta. Elaboran más de 15 tipos distintos, desde raviolis de gorgonzola y pera hasta gnocchis o tagliatelle, todos hechos a diario con moldes de bronce y salsas caseras. A la pasta se suman focaccias con fermentación lenta, lasañas, postres sin artificios y una filosofía clara: traer de Italia solo lo imprescindible y trabajar con producto local siempre que se pueda.