Cirujanos de California han logrado lo que hasta hace poco se consideraba una quimera: el primer trasplante de vejiga humana del mundo. La exitosa intervención no solo añade un nuevo órgano a la lista de los trasplantables, sino que enciende una luz de esperanza para millones de pacientes con vejigas terminales.
Cirujanos de Keck Medicine de la Universidad del Sur de California (USC) y UCLA Health han realizado con éxito el primer trasplante de vejiga en un ser humano del mundo. Esta intervención, culminada el 4 de mayo de 2025 en el Ronald Reagan UCLA Medical Center, no solo representa un avance quirúrgico monumental, sino que también abre un nuevo horizonte de esperanza para pacientes con vejigas «terminales» no funcionales, añadiendo este órgano a la lista de los que pueden ser trasplantados.
Durante más de cuatro años, un equipo liderado por los doctores Inderbir Gill, director ejecutivo fundador de USC Urology, y Nima Nassiri, cirujano de trasplantes urológicos y director del Programa de Trasplante de Aloinjerto de Vejiga Vascularizada de UCLA, trabajó incansablemente en el desarrollo de esta innovadora técnica quirúrgica. La preparación implicó el diseño de un ensayo clínico, la obtención de las aprobaciones regulatorias necesarias y la realización de numerosos procedimientos preclínicos tanto en el Keck Medical Center de USC como en OneLegacy, la organización de procuración de órganos del sur de California.
Históricamente, el trasplante de vejiga se había considerado inviable debido a la intrincada estructura vascular del área pélvica y la complejidad técnica del procedimiento. Sin embargo, la perseverancia y la visión de este equipo han superado estos obstáculos, demostrando que lo que antes parecía imposible hoy es una realidad tangible.
Precisión robótica
El paciente receptor del trasplante había dependido de diálisis durante siete años y había perdido la mayor parte de su vejiga debido a una cirugía oncológica hacía más de cinco años, lo que dejó el remanente vesical demasiado pequeño y comprometido para funcionar adecuadamente. Además, ambos riñones le habían sido extirpados a causa de un cáncer renal.
Para abordar esta compleja situación, los doctores Gill y Nassiri realizaron un trasplante combinado de riñón y vejiga. Primero se trasplantó el riñón y luego la vejiga, conectando el nuevo riñón a la nueva vejiga. La intervención completa duró aproximadamente ocho horas y, crucialmente, se realizó utilizando cirugía robótica.
Esta tecnología avanzada fue fundamental, ya que proporciona una visión magnificada y tridimensional de la profunda anatomía pélvica y una mayor precisión en el manejo de las delicadas estructuras vasculares. El equipo había perfeccionado la técnica robótica a través de múltiples ensayos, logrando reducir significativamente los tiempos quirúrgicos.
El resultado fue inmediato y contundente: «El riñón produjo inmediatamente un gran volumen de orina, y la función renal del paciente mejoró de inmediato», afirmó el Dr. Nassiri. «No hubo necesidad de diálisis después de la cirugía, y la orina drenó adecuadamente hacia la nueva vejiga». El Dr. Gill añadió: «A pesar de la complejidad del caso, todo salió según lo planeado y la cirugía fue un éxito. El paciente está evolucionando bien y estamos satisfechos con su progreso clínico hasta la fecha».
Nuevo paradigma para las enfermedades vesicales
Millones de personas en todo el mundo sufren algún grado de enfermedad o disfunción vesical. En los casos más severos, cuando la vejiga deja de funcionar o ha sido extirpada, los tratamientos actuales suelen implicar la creación de un nuevo reservorio urinario utilizando una porción del intestino del propio paciente. Si bien estas cirugías pueden ser efectivas, conllevan riesgos significativos a corto y largo plazo, como infecciones recurrentes, compromiso de la función renal y problemas digestivos.
El trasplante de vejiga surge como una alternativa prometedora para pacientes cuidadosamente seleccionados. «El trasplante es una opción de tratamiento que salva y mejora vidas para afecciones que afectan a muchos órganos importantes, y ahora la vejiga puede agregarse a la lista», señaló el Dr. Gill. Este avance tiene el potencial de revolucionar la forma en que se tratan las vejigas con compromiso terminal, ofreciendo una calidad de vida mejorada a aquellos que anteriormente tenían opciones limitadas.
La selección de pacientes para este tipo de trasplante es rigurosa, considerando adultos con patología vesical terminal que causa síntomas severos, y que demuestren capacidad para el autocateterismo o cuenten con asistencia adecuada.
Este primer trasplante de vejiga no es solo una proeza quirúrgica; es el resultado de años de investigación, colaboración y una visión audaz que ha empujado los límites de la medicina. Con la cirugía robótica como aliada clave, este logro representa un cambio de paradigma en la urología y ofrece una nueva esperanza a innumerables pacientes en todo el mundo.