Sin Curry hace mucho frío en San Francisco. Los Warriors cayeron en las semifinales de Conferencia de los playoffs ante los Timberwolves y la posibilidad de un fin de ciclo es cada vez más real, vistos los resultados en las últimas temporadas y la gran dependencia que existe por su estrella, ausente en esta eliminatoria.
Sentado en el banquillo con una impotencia evidente por no poder ayudar a sus compañeros, Stephen Curry estuvo en primera fila animando a sus compañeros, que poco pudieron hacer ante un equipo superior durante todo el partido. La gran ventaja de Minnesota en los tres primeros cuartos fue suficiente para que los Warriors, a pesar de anotar casi 40 puntos en el último cuarto, ni llegaran a incomodar en el marcador.
Y es que ha quedado demostrado que los de Steve Kerr dependen en exceso de Curry. El base estadounidense se lesionó en el primer partido, aunque pudo contribuir para en los minutos iniciales para que su equipo pusiera el primer (y único) punto de la eliminatoria.
Sin su máximo estandarte en pista, los Warriors perdieron los cuatro partidos siguientes y se despidieron prácticamente a las primeras de cambio. Una situación preocupante para Golden State, teniendo en cuenta que Stephen tiene ya 37 años y su rendimiento físico y deportivo puede bajar en las próximas temporadas.
“Sé que mi contrato está listo y me gustaría jugar más allá, por supuesto”, afirmaba Curry hace unos meses. El estadounidense tiene contrato hasta 2027, cuando tenga 39 años, y su intención es jugar más allá de su edad para llegar a la década de los cuarenta. «No está ligado a los puntos por partido o una cosa de estadísticas, es, ¿puedo dominar el juego? ¿Puedo jugar a mi estilo durante 30 minutos en un partido? Revalúas eso cada año”, explicó el base.
Jonathan Kuminga y Brandin Podziemski, durante el quinto partido ante los Timberwolves / AP
Queda claro que los Warriors necesitan una estrella que pueda llevar a cabo esa transición hacia el nuevo proyecto y compartirlo durante algún año con Curry. La llegada de Jimmy Butler potenció las expectativas para esta temporada, pero se trata de otro perfil de 35 años que no entra en los planes de un futuro a medio o largo plazo.
¿Qué hacer con los jóvenes?
Una de las grandes incógnitas es el futuro de los jóvenes de la franquicia, como Jonathan Kuminga, Brandin Podziemski o incluso Moses Moody. El primero de ellos, que ha ganado importancia en esta eliminatoria, es uno de los mayores proyectos de Golden State, pero no ha funcionado como esperaba. No puede descartarse un traspaso del alero congoleño en una operación ‘sign and trade’, teniendo en cuenta que es agente libre restringido.
Qué hacer con los jóvenes y qué camino seguir en los próximos años es el gran interrogante de unos Warriors que poseen picks de primera ronda del Draft hasta 2030. Sabiendo que Curry va a quedarse al menos hasta 2027, la tranquilidad es mayor, pero el tiempo pasa y existe la posibilidad de que Golden State se quede estancado y a un nivel muy inferior al de los años gloriosos. Si es que no lo está ya.