Más de un siglo y medio después de que los científicos descubrieron por primera vez los restos de Archaeopteryx, los investigadores han escaneado una muestra casi completa y sin triturar del fósil de dinosaurio: permite comprobar que poseía las condiciones necesarias para poder volar.
Un equipo de investigadores del Field Museum de Chicago, en Estados Unidos, ha logrado desentrañar detalles inéditos del Archaeopteryx, una de las especies más emblemáticas en la evolución de las aves, mediante el uso combinado de luz ultravioleta (UV) y tomografías computarizadas (CT). Este enfoque innovador ha permitido observar tejidos blandos fosilizados que permanecían ocultos a simple vista, ofreciendo nuevas perspectivas sobre la biología y evolución de esta criatura prehistórica.
El Archaeopteryx, que vivió hace aproximadamente 150 millones de años durante el período Jurásico, ha sido objeto de estudio desde su descubrimiento en el siglo XIX debido a su combinación única de características aviares y reptilianas. Sin embargo, las limitaciones de las técnicas de análisis tradicionales habían dejado muchos aspectos de su anatomía sin explorar en profundidad.
Adaptaciones avanzadas para el vuelo
La aplicación de luz UV permitió a los científicos visualizar estructuras de tejidos blandos fosilizados, como músculos y ligamentos, que no son visibles bajo luz normal. Estas observaciones fueron complementadas con escaneos CT de alta resolución, que proporcionaron imágenes tridimensionales detalladas del fósil sin dañarlo.
Los hallazgos, que se resumen en un estudio publicado en la revista Nature, revelan detalles sorprendentes sobre la musculatura y la estructura ósea del Archaeopteryx, sugiriendo que poseía adaptaciones más avanzadas para el vuelo de lo que se pensaba anteriormente. Estas adaptaciones incluyen una configuración muscular que habría permitido un aleteo más eficiente, acercándolo más a las aves modernas en términos de capacidad de vuelo.
«La combinación de luz UV y escaneos CT nos ha proporcionado una ventana única al pasado, permitiéndonos estudiar aspectos del Archaeopteryx que antes eran inaccesibles», comentó en una nota de prensa la científica Delaney Drummond, una de las autoras principales del estudio.
Nuevas técnicas para hallazgos únicos
Este avance no solo profundiza nuestra comprensión del Archaeopteryx, sino que también establece un precedente para futuras investigaciones paleontológicas. La capacidad de detectar y analizar tejidos blandos fosilizados sin dañar los especímenes representa un paso significativo en la evolución de las técnicas de estudio fósil.
Referencia
Chicago Archaeopteryx informs on the early evolution of the avian bauplan. Jingmai O’Connor et al. Nature (2025). DOI:https://doi.org/10.1038/s41586-025-08912-4
El uso de tecnologías avanzadas como la luz UV y los escaneos CT está revolucionando la paleontología, permitiendo a los científicos explorar aspectos previamente desconocidos de la vida prehistórica. Estos métodos ofrecen una visión más completa de la anatomía y fisiología de especies extintas, enriqueciendo nuestro conocimiento sobre la evolución de la vida en la Tierra.
Con estos descubrimientos, el Archaeopteryx continúa desempeñando un papel crucial en la comprensión de la transición evolutiva de los dinosaurios a las aves modernas, demostrando que podría haber sido el primer ejemplo de ave voladora. Tenía el tamaño de una paloma actual y estaba dotado de alas y plumas.