El traslado de la mayoría de los entrenamientos a La Romareda coincide con una reducción en el número de lesiones

Hasta hace bien poco, La Romareda era un territorio casi vetado para los entrenamientos del Real Zaragoza. Por unas cosas u otras, cambios de césped incluidos, el estadio se reservaba para los días de partido y apenas albergaba sesiones de trabajo durante la semana y era la Ciudad Deportiva el escenario casi único de los entrenos.

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