La inflación de Alemania se frena al 2,1% en abril por la energía y pese a los alimentos

La inflación de Alemania se frenó una décima en abril, hasta el 2,1%, gracias, principalmente, a la caída de los precios de la energía, lo que tuvo un importante efecto a la baja, y a pesar del encarecimiento de los alimentos. Además, los aumentos superiores a la media de los precios de los servicios volvieron a intensificarse, según los datos publicados por Destatis, la oficina federal de estadística.

El coste de los productos energéticos bajó un 5,4%, con lo que la disminución fue más pronunciada que en los meses anteriores, tras descender un 2,8% en marzo.

En particular, los precios de los carburantes bajaron un 8,3% y la energía doméstica cayó un 3,4%, beneficiándose los consumidores de precios más bajos de la electricidad (-2,5%), la leña, los pellets de madera y otros combustibles sólidos (-4,6%) y el gasóleo de calefacción (-12,8%) Por el contrario, la calefacción urbana fue algo más cara (+0,2%) que un año antes.

El coste de los bienes subió un 0,5%, bastante por debajo del encarecimiento del 1% del mes previo. En cuanto a los alimentos, los precios aumentaron un 2,8%, dos décimas menos que el repunte del 3% registrado en marzo. Además, los servicios se aceleraron de nuevo y su precio se elevó un 3,9%, cuatro décimas más que en marzo.

Por su parte, excluyendo alimentos y energía, la tasa de inflación subyacente se situó en el 2,9% en abril.

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