Nuevas imágenes han salido a la luz tras el potente terremoto de magnitud 7,7 que sacudió el centro de Myanmar el pasado 28 de marzo, y cuyos temblores se sintieron también en Tailandia y China. Una de las grabaciones más impactantes muestra el desplazamiento de una falla en tiempo real, con un salto estimado de 3 a 4 metros, un fenómeno extremadamente raro de captar en vídeo.
En tan solo 80 segundos, la ruptura de la falla se propagó a lo largo de 450 kilómetros. El resultado fue un seísmo tan veloz y extenso que se sintió a más de 1.000 kilómetros de distancia, provocando el colapso de una torre en construcción en Bangkok y creando un efecto en cadena que hizo derramar el agua de las piscinas de los rascacielos.
Expertos como la sismóloga Lucía Lozano, de la Red Sísmica Nacional de España, han calificado este fenómeno como «el equivalente sísmico de un avión supersónico», por su velocidad de propagación inusualmente elevada.