Los periodistas parlamentarios de medios de comunicación de todas las ideologías políticas han dado plantón este martes a los portavoces de los distintos partidos durante las ruedas de prensa habituales con el objetivo de protestar por un incidente ocurrido con un activista de ultraderecha, acreditado en la Cámara Baja como periodista. Los informadores reclaman a todas las formaciones políticas que lleven a cabo cuanto antes una reforma del reglamento del Congreso que sanciono a aquellas personas que incumplan una serie de «reglas de cortesía parlamentaria«.
Tres meses después de que decenas de periodistas se congregaran en la puerta de la Cámara Baja para protestar por las «descalificaciones, insultos y señalamientos» que reciben por parte de activistas de ultraderecha, este martes se ha producido un nuevo incidente en la sala de prensa. Bertran Ndongo, acreditado en el Congreso por el medio Periodista Digital, ha interrumpido de manera agresiva una rueda de prensa de la portavoz de Sumar, Verónica Barbero, llegando a preferir insultos contra las responsables de prensa de esta formación y contra periodistas que estaban en la sala.
El incidente se suma a una larga lista de altercados provocados por Ndongo, quien estuvo afiliado a Vox y fue asesor de la dirigente madrileña Rocío Monasterio, y por Vito Quiles, acreditado por Estado de Alarma y que animó en redes sociales a acudir a la sede del PSOE en Ferraz para manifestarse. Ambos suelen entorpecer la labor de los periodistas y han llegado a amenazar con hacer públicos datos privados de informadores de otros medios.
Reformar el reglamento
Ante esta situación, la Asociación de Periodistas Parlamentarios (APP) y la Asociación de la Prensa de Madrid (APM) llevan años reclamando a los partidos que impulsen una modificación del reglamento de la Cámara Baja para sancionar estos comportamientos. Hace dos meses, todos los grupos -a excepción de PP y Vox- registraron esta reforma que establece la prohibición de hacer grabaciones sin estar acreditado para ello y la obligación de respetar «las reglas de cortesía parlamentaria y las directrices e instrucciones que acuerde la Mesa».
Así, recoge como infracciones el acceder a zonas ajenas a los espacios acotados para periodistas, como despachos o zonas de reunión de diputados, sin autorización; interrumpir las ruedas de prensa; la publicación de imágenes obtenidas en contra de la norma; el «proferir insultos, descalificaciones o atentar contra la dignidad de las personas» o la grabación de imágenes o audios con dispositivos ocultos.
Dependiendo de la gravedad de la infracción, esta supondrá una amonestación, la suspensión de la acreditación de entre 10 diez días y tres meses o, si es muy grave, entre tres meses y cinco años o su revocación definitiva. En todo caso, la sanción se aplicará a la persona que cometa la infracción y el resto de personas de ese medio de comunicación mantendrán su acreditación.