Rabino Yonatan Markovitch colabora con FDI para evitar cremación de soldados judíos en Ucrania, adaptando protocolos militares israelíes.
Colaboración rabino Markovitch y FDI para entierro judío
El rabino Yonatan Markovitch, líder de la comunidad judía en Kiev, visitó la base Shura de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) el 7 de mayo de 2025 para reunirse con el rabino jefe militar, general de brigada Eyal Krim. El encuentro buscó estudiar los procedimientos israelíes para identificar y enterrar soldados caídos conforme a la halacha (ley judía). Markovitch trabaja con el ejército ucraniano para establecer un protocolo que evite la cremación de soldados judíos, práctica estándar en Ucrania pero prohibida por el judaísmo.
Durante la reunión, Markovitch y Krim analizaron desafíos haláchicos, como la identificación de cuerpos durante el Shabat y la permisibilidad de profanar este día para entierros urgentes. “Cuando un soldado judío cae, comienza una carrera contra el tiempo para garantizar un entierro judío antes de que el ejército ucraniano proceda con la cremación”, explicó Markovitch. El rabino destacó que el ejército ucraniano respeta las necesidades religiosas y apoya sus esfuerzos.
Markovitch, emisario de Jabad en Kiev desde hace más de 20 años, opera con la aprobación de los líderes militares y políticos ucranianos. “Tomaremos los protocolos del ejército israelí, los traduciremos y los adaptaremos al ejército ucraniano”, afirmó. El proceso, según el rabino, requiere tiempo pero es esencial para garantizar un manejo ordenado de los caídos judíos.
En Ucrania, los soldados judíos combaten como parte integral de las fuerzas armadas, defendiendo su país desde la invasión rusa del 24 de febrero de 2022. “Son ucranianos que luchan por su nación, su hogar y sus creencias”, señaló Markovitch. La comunidad judía, estimada en 45.000 personas en 2023, se siente unida al esfuerzo nacional contra Rusia.
Protocolo militar para soldados judíos en Ucrania
La cremación, común en el ejército ucraniano, responde a prácticas culturales, como la visualización de cuerpos antes del entierro, que busca evitar mostrar heridas graves. Sin embargo, esta práctica choca con la halacha, que prohíbe la cremación y exige un entierro tradicional. Markovitch ha gestionado soluciones caso por caso, contactando a comandantes para solicitar entierros judíos, pero reconoce la necesidad de un protocolo formal.
La Federación de Comunidades Judías de Ucrania, afiliada a Jabad, reportó en septiembre de 2024 haber apoyado a 1.200 soldados judíos y facilitado el entierro de 47 caídos desde el inicio de la guerra. Aunque el número exacto de judíos en el ejército es confidencial por seguridad, su participación refleja su integración en la sociedad ucraniana.
Markovitch subrayó la cooperación de las autoridades ucranianas, que buscan honrar las necesidades religiosas de todas las comunidades. “Elogio a los militares y líderes políticos de Ucrania por su consideración hacia las religiones”, afirmó. Esta apertura facilita la creación de un protocolo que respete la halacha sin interrumpir las operaciones militares.
La guerra, que ha causado entre 40.000 y 100.000 muertes militares según estimaciones de 2024, ha fortalecido la unidad nacional en Ucrania. Los judíos ucranianos, según Markovitch, no se sienten distintos al resto de la población. “La guerra ha unido a la gente, y esa unidad es clave para resistir al ejército ruso”, destacó.
Datos clave sobre entierros judíos en Ucrania
- La Federación de Comunidades Judías de Ucrania asistió a 1.200 soldados judíos desde 2022.
- Se realizaron 47 entierros judíos de soldados caídos hasta septiembre de 2024.
- La halacha prohíbe la cremación y exige entierro el mismo día, salvo en Shabat o casos excepcionales.
- El ejército ucraniano respeta prácticas religiosas, pero carece de un protocolo formal para judíos.
- La base Shura de las FDI usa tecnología avanzada para identificar caídos respetando la halacha.
Contexto de entierro judío en conflictos armados
La visita de Markovitch a la base Shura, centro de identificación de caídos de las FDI, permitió conocer métodos avanzados que respetan la halacha. Las FDI emplean protocolos estrictos para manejar cuerpos, evitando el uso de tecnología en Shabat y priorizando entierros rápidos. Estos procedimientos inspiran el modelo que Markovitch busca implementar en Ucrania.
En Ucrania, la ausencia de un protocolo formal complica la gestión de caídos judíos, especialmente en zonas de combate intenso. Los oficiales subalternos, según Markovitch, siguen reglas estrictas, lo que dificulta excepciones sin una directiva clara. Un protocolo oficial agilizaría la coordinación entre rabinos y militares.
La comunidad judía de Ucrania, aunque reducida desde el Holocausto, mantiene una presencia activa. Antes de 1941, más de un millón de judíos vivían en el país; hoy, la cifra es mucho menor, pero su contribución al esfuerzo de guerra es significativa. La sinagoga central de Kiev, liderada por Markovitch, sirve como centro de apoyo comunitario.
La colaboración entre Markovitch y las FDI refleja un esfuerzo transnacional para preservar la tradición judía en tiempos de guerra. “Compartimos la responsabilidad de garantizar que cada soldado judío reciba su honor final según la tradición”, afirmó el rabino tras la reunión.
Impacto de la guerra en la comunidad judía ucraniana
Desde la invasión rusa en 2022, la comunidad judía de Ucrania ha enfrentado desafíos significativos, pero también ha mostrado resiliencia. Jabad opera 150 familias de emisarios en el país, apoyando a judíos locales con alimentos, refugio y servicios religiosos. Durante los primeros meses de la guerra, Markovitch y su esposa Inna almacenaron toneladas de provisiones en su sinagoga para asistir a desplazados.
La guerra ha reducido la población judía, con muchos emigrando a Israel o Europa. En 2013, se estimaban 71.500 judíos en Ucrania; en 2023, la cifra cayó a 45.000. A pesar de esto, los judíos ucranianos participan activamente en la defensa nacional, como lo demuestra el caso de Matityagu Anton Samborskii, hijo del rabino Moshé Azmán, caído en Donbás en 2024.
El entierro de soldados judíos, como el de Daniel, un héroe caído en 2024, ha requerido esfuerzos excepcionales. Markovitch coordinó su funeral con un minian en el cementerio militar de Kiev, asegurando el rezo del Kadish. Estos casos destacan la urgencia de un protocolo estandarizado.
La unidad nacional, reforzada por la guerra, ha minimizado el antisemitismo en Ucrania. En 2019, la elección del presidente Volodymyr Zelensky, de origen judío, marcó un hito en la aceptación de la comunidad judía. Markovitch y otros líderes de Jabad han elogiado la ausencia de retórica antisemita en la esfera pública.
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