tres madrileñas ponen rostro a la fibromialgia, la enfermedad ‘invisible’

«Tengo 48 años y llevo conviviendo con los síntomas desde la infancia». Cristina ya sentía en el colegio muchos dolores y un cansancio mucho mayor que el de sus compañeros. Durante la adolescencia, su madre la llevó a todo tipo de médicos, pero las pruebas no mostraban nada anormal. «Era como estar enferma sin que nadie pudiera demostrarlo», explica a este diario.

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