Aunque empezó en la radio, en el ‘Hoy por hoy’ de Iñaki Gabilondo en la SER, Mamen Mendizábal es una de las caras más representativas de La Sexta, a la que lleva ligada desde 2006. Ahí ha presentado los informativos y programas como ‘Más vale tarde’, ‘Palo y astilla’ y ‘Scoop’. Este domingo 11 de mayo (21.30 horas) estrena en la cadena la tercera temporada de ‘Anatomía de…’, donde disecciona, a través de una investigación periodística con tintes de ‘thriller’ y ‘true crime’, casos de la historia reciente de España. El primero es el del intento de asesinato de Josep Maria Mainat.
Comienzan con un caso de lo más mediático. ¿Se podía sacar todavía más punta?
Se ha hablado mucho de todo el circo que se montó en la casa con vendedores de drogas, prostitutas, gigolós, pero poco sabíamos de lo que pasó la noche de los hechos. Hemos tenido acceso en exclusiva a las imágenes de seguridad de la vivienda de Mainat, en las que podemos comprobar el modus operandi de Ángela Dobrowolski, los 14 viajes que hace de la habitación al frigorífico para preparar la dosis letal para acabar con su marido. Es un ‘thriller’ trepidante, un minuto a minuto brutal de lo que pasó esa noche, y también tenemos una entrevista con Mainat, en la que habla de cómo salió del coma y cómo te enfrentas a que tu propia mujer te quiera asesinar por dinero.
¿Le sorprende que le explique que todavía guarda buenos recuerdos de su relación?
Me llama la atención, pero también lo entiendo. Él ha vivido una década de cosas muy buenas con su mujer, han tenido dos hijos, han sido un equipo, y no quiere borrar ese pasado por el presente, sino que quiere acumular en su corazón también lo bueno. Es una decisión que creo que habla muy bien de él, pero sorprende que no le mueva el odio, el rencor o la rabia, que haya transformado todo eso en otra cosa.
En ‘Anatomía de…’ suelen tratar casos de hace más tiempo, pero este es muy reciente.
Empezamos con él porque se sale de la norma del programa, que busca su contenido en las últimas tres décadas. En los otros siete capítulos de esta temporada buscamos nuestra esencia, que es recorrer nuestra historia reciente con el formato ‘thriller’ y de ‘true crime’ que nos representa.
¿Por qué está ahora tan de moda el ‘true crime’?
Yo creo que siempre ha estado de moda, lo que pasa es que antes lo llamábamos de otras maneras. El ritmo trepidante que tiene el ‘true crime’ es lo que lo hace adictivo, ese formato del ‘thriller’ que va rápido y que juega con la novela negra, que ha existido siempre. Además, hace al espectador muy partícipe de la historia, con los giros de guion que usa para mantener su atención. Es un formato muy participativo y que apela directamente al espectador.
Otro de los capítulos de la temporada hace referencia al enfrentamiento entre Ruiz Mateos y Miguel Boyer.
Es que el año pasado, cuando buceábamos en la historia de España, descubrimos que los hombres que más poder habían acumulado y que más información compraban de los demás para usarla en su propio beneficio eran Mario Conde, Javier de la Rosa y Ruiz Mateos. Este último, destronado de su imperio de Rumasa, empezó a comprar información sin parar a todo el que se la ofrecía para vengarse de la expropiación. Encontró en Boyer el objetivo perfecto porque se había casado con Isabel Preysler y, actuar contra él, lo ponía en el foco. Por eso montó una guerrilla circense, durante más de una década, para ir contra ese matrimonio. Algunas de las acciones de ese acoso son de sobras conocidas, pero otras no habíamos oído hablar de ellas.
Esta temporada abordan también uno de los bulos más sonados de la historia reciente de España.
Sí, el de la muerte de Miguel Bosé. En los 90 una radio anunció su fallecimiento, pero es que los rumores sobre su muerte llevaban acosándole más de 10 años. Esa falta de concreción sobre su sexualidad hacía que alguna prensa, de manera interesada, lo utilizara para asentar rumores sobre que tenía sida, que en ese momento era una enfermedad completamente identificada con los homosexuales y los drogadictos. Recorremos esta historia con Iñaki Gabilondo, Manuel Campo Vidal y Mercedes Milá, que le recibió en su programa para que la gente se creyera que estaba vivo. Creo que todo eso no justifica, pero sí que explica, parte del comportamiento que ahora mismo vemos en Miguel Bosé y su relación con la prensa. ¡No estoy hablando de vacunas!
Ahora se habla mucho de las ‘fake news’, pero el programa sirve para recordar que los bulos han existido siempre.
Es como el ‘true crime’, que ya existía antes pero lo llamábamos de otra forma, bulos o mentiras. Hay mucha gente en nuestro país que los ha sufrido de manera absolutamente interesada o insidiosa. Una de las periodistas que salen en el programa dice que mucha gente tenía celos de Miguel Bosé y que buscaba vengarse de él por diversas razones: amantes despechados, envidias…
Ahora, eso sí, las ‘fake news’ son más fáciles de propagar gracias a las redes sociales.
La tecnología ha permitido que la difusión de los bulos vaya a la velocidad del rayo.
Usted que llevaba tantos años haciendo directo, ¿lo echa de menos? Aunque debe de quemar mucho.
De los 25 años que llevo de profesión, 20 los he dedicado al directo. No lo echo de menos, participo en cosas de directo, estoy con Carlos Alsina [en la radio] y me desahogo de la actualidad ahí. Hacer un programa a fuego lento, dedicarle tiempo, investigar sin tener el cuchillo del diario y del directo detrás, es un privilegio que pienso aprovechar hasta que pueda.
A muchas cadenas se les suele achacar su marcado perfil ideológico, como pasa con La Sexta. ¿Qué dice usted, llevando ya en ella casi 20 años?
La línea editorial de las cadenas, igual que los periódicos, cada vez está más clara, y la polarización también. Pero creo que hay muchos formatos dentro de una cadena y ‘Anatomía de…’ es uno de los que van a favor de una televisión plural, para todo el mundo, que no llevan la política como su primer objetivo, sino el contenido televisivo. Creo que en La Sexta el porcentaje de programas no politizados intenta cada vez ser mayor, con los programas en directo que cubren también buena parte de la programación.