Quedaban dos horas para el comienzo del ACF Fiorentina – Real Betis Balompié de semifinales de Conference League y en las gradas del Artemio Franchi ya sonaba ‘Somos Balompié», demostrando los más de 1.500 béticos que las palabras de esta mañana de Manu Fajardo se estaban llevando a la práctica. Sin pensar en el futuro, sólo disfrutando del camino y animando a cada jugador verdiblanco que iba saliendo al verde de la capital de la Toscana para ir probando la altura del césped e ir sintiendo el calor de los suyos.
Sería antes de lo descrito en el inicio cuando en Roma salió en la Plaza de San Pedro la fumata blanca que designaba al nuevo Papa, el estadounidense Robert Prevost. Marcada estará, ya sin supersticiones y sí con hechos refutables la historia verdiblanca con la Ciudad del Vaticano. La otra fumata, la ‘verdebianca’ del Real Betis Balompié fue la de la resiliencia en el Artemio Franchi, la de saber aguantar ante el conjunto viola cuando más fuerte era en el balón parado. Mismos goleadores de la ida con el orden cambiado. Antony de falta haría el 0-1 y Abde el 2-2 para que el 28 de mayo el beticismo viaje nuevamente a Polonia, a Wroclaw para jugar contra el Chelsea la final de la Conference League.
El conjunto de Manuel Pellegrini cada día que pasa en la temporada es un equipo más hecho y más seguro de sus virtudes, con una personalidad arrolladora para que ni el empuje de los fiorentinos ni el ambiente lo condujera al error.
Apenas dos minutos mandaron los de Raffaele Palladino hasta que el Betis decidió que iba a ser suya la pelota, con Giovani Lo Celso en la base de la jugada organizando el juego bético y con Fornals, Isco y Antony por delante del rosarino y escoltando a Bakambu.
Al igual que los primeros duelos y el balón también sería la primera ocasión del cuadro heliopolitano con Antony probando a De Gea, para antes del 10′ meter miedo Fornals con un centro envenenado al segundo palo al que no llegó Isco y obligó al meta madrileño de la Fiorentina a meter las manos para desviar al lateral.
El discurrir del partido emparejó de nuevo las fuerzas con un Betis seguro que volvió a tener una doble con Isco y Lo Celso que terminaron en la defensa viola. La réplica local llegó en la contra de dicha acción bética con Moise Kean aprovechando un error previo de Sabaly. El 20 de la Fiorentina se personó ante Vieites y disparó arriba.
Fue sólo un aviso para que en un córner seguido estuviera cerca el primero de los morados. El meta bético no atinó en el despeje y permitió el remate obligando a Sabaly a erigirse como héroe bajo palos y un instante después a sacarla Marc Bartra a su lado en segunda instancia.
De avisos a goles
Cedió metros el Betis pero no perdió llegada, pudiendo incluso Antony adelantar a los de Pellegrini. No lo pudo hacer en la segunda, pero a la tercera sí fue la vencida. Una auténtica cabra que se pidió una falta en la frontal provocada por la magia de Giovani Lo Celso. Al palo del portero, para dejar a De Gea pensando en cómo había entrado. Antony en estado puro marcando golazos con esa zurda que hace tres años llegó a costar cien millones.
Enloqueció el beticismo presente en todo el Artemio Franchi, pero la alegría verdiblanca duró tan sólo cuatro minutos. En el 34′ sería Robin Gosens quien le ganaría la partida a Johnny Cardoso dentro del área y remataría a la red de Fran Vieites.
No le cambió el gol al Betis, que siguió apostando sus llegadas al talento natural de todos los jugones del mediocampo. Con ellos pudo hacer el 1-2 por medio del estadounidense tras un gran balón atrás de Isco que terminó en el larguero.
Perdonó el conjunto verdiblanco y lo pagó caro otra vez desde la esquina y con Gosens de nuevo como protagonista, ganándole a Bartra esta vez la disputa en el primer palo.
En el descuento pudo hacer más daño y ganar la Fiorentina ventaja en la eliminatoria. Moise Kean remató sólo en el punto de penalti otro córner y se le marchó alto por centímetros. El descanso, bien recibido por el Betis.
El paso por vestuarios templó a los de Manuel Pellegrini recuperando el control del juego por momentos en la banda de Antony, pero sin que ello se tradujera en ocasiones reales de peligro.
Tampoco fueron los acercamientos de la Fiorentina de mayor enjundia en un duelo parejo en el que el Betis iba a sufrir un revés con la lesión de Marc Bartra en la zona lumbar. Metió el de Santiago a Mendy y aprovechó la ventana para quitar a Lo Celso y dar entrada a Abde para buscar la espalda de Dodo.
Por momentos el fútbol desapareció del verde y la atención se centró en la grada de la Curva Ferrovia tras provocar los ultras de la Fiorentina una batalla campal saltando incluso de gradas y desplazando a los béticos visitantes cada vez más arriba. Habrá sanciones para la escuadra viola por un comportamiento vejatorio en el que la policía italiana, los Carabinieri, no quisieron intervenir dejando a su suerte a la afición verdiblanca y permitiendo que la Curva Fiesole convirtiera la Curva de nombre contrario en un espacio lícito para aquel que ve el fútbol de espaldas.
Cuando la vista se pudo recuperar al césped del Artemio Franchi y no a sus gradas el resultado seguía tablas con un encuentro igualado y frío por momentos en el que el Betis empezó a ver espacio para transitar y para que Abde percutiera por la izquierda.
En el balón parado manda la Fiore y en el juego el Betis
Sería Antony el siguiente en generar otra llegada bética para que Isco la culminara en un esbozo de chilena que salió desviada.
El acecho de la prórroga trajo respeto en ambos equipos, huyendo de la precipitación y elaborando con más lentitud y templanza en cada acción. En el juego parado fue cuando el partido subía de revoluciones y llegaba el miedo verdadero en ambas áreas.
De nuevo la tuvieron los de Manuel Pellegrini al borde del tiempo reglamentario en una recuperación de Antony en la que él mismo disparó y De Gea se la sacó, como a Abde en el rechace.
En el descuento fue Cédric Bakambu el que la tuvo para mandar al Betis a la final, pero el esprint del brasileño halló la pierna del meta español de la Fiore y no la pierna de su compañero, a quien el cansancio estaba haciendo mella.
Abde adelanta al Betis en la prórroga
Le ganó al término de los 90′ y antes de la prórroga el sorteo de campo Ranieri a Isco, por lo que seguiría la partida con Fiorentina y Betis situados como en la segunda mitad. Sergi Altimira y Aitor Ruibal entraron por los fatigados Pablo Fornals y Cédric Bakambu. De nuevo, la polivalencia del capitán bético de manifiesto para jugar de 9 la prórroga de las semifinales de la Conference League.
La primera de los 30 minutos extra fue para los de Pellegrini por medio de Natan a la salida de un córner botado por Isco, pero salió centrado el remate y terminó en las manos de De Gea.
La siguiente sí terminó al fondo de las mallas. Como en la ida, sería Abde Ezzalzouli el que hizo estallar el Artemio Franchi. Aitor la baja tras recibir de espaldas, habilitó para Antony y apareció el marroquí en el segundo palo para definir y adelantar nuevamente al Betis en la eliminatoria.
Tal y como terminó el primer acto de la prórroga, con el Betis dominando, empezó el segundo. Mismo protagonista, Abde, que esta vez quiso anotar con un tiro raso que salió desviado en esa Curva Fiesole desierta en obras y que tanto reduce la capacidad del estadio de la Fiorentina.
En el 113′ cayó lesionado Héctor Bellerín y sacó Manuel Pellegrini a un canterano que dará mucho que hablar en el futuro y que ya ha tenido minutos en el primer equipo, Pablo García.
El bético de Alcosa robó dos después de ingresar y combinó con Isco en dos paredes para dejar al malagueño con todo a favor, a quien el cansancio le falló una mala pasada y la mandó a las nubes de Florencia.
El dinamismo de Pablo contagió a los compañeros, con un Isco aún más engorilado que un canterano defendiendo cada balón como si fuese el último. Abde también pudo sentenciar con una que se fue alta y otra que terminó en la madera a uno del final, que llegó con agonía pero con el Betis en la final.
Cuánta razón tuvo Manu Fajardo este jueves por la mañana, esto iba de sentimientos, de recorrer un camino que todavía no ha terminado, queda la final por rematar en un Betis que aprende a despojarse de sus ataduras y estará por tercera vez en Polonia, esta vez para jugar con el Chelsea.
Por los béticos que ya no están: «Sobre todo es un día de sentimientos. Al final no se puede olvidar de dónde venimos. Los béticos somos sufridores. Hemos pasado por momentos muy jodidos. Sobre todo eso, que lo disfruten 10 veces más de lo que se puede disfrutar. Que no olviden esos partidos en Salamanca, en Burgos, en Palamós, los destierros a Huelva, los destierros a Málaga. Y sobre todo también un partido de acordarte de muchísimas personas que fueron muy importantes en el devenir de la historia del Betis. Que hoy, por desgracia, ni están aquí ni nos van a poder seguir desde casa. Y por todo ello, nosotros en el verde vamos a salir a muerte y ellos en la grada que den el 200% para que el Betis salga vencedor«.