Las tensiones entre la India y Pakistán crecen por momentos. Desde que la India bombardeara «bases terroristas» el pasado miércoles como respuesta a la muerte de 26 turistas en Cachemira, las líneas rojas han ido diluyéndose poco a poco. Mediante un comunicado, la India afirmó haber atacado este jueves «radares y sistemas de defensa aérea en varios puntos de Pakistán» en represalia por los intentos de Pakistán, finalmente neutralizados, de atacar varios objetivos militares en el norte y oeste de la India durante la noche. Por su parte, Pakistán afirmó haber derribado 25 de los drones e informó de la muerte de un civil a causa de dichos ataques.
«La India llevó a cabo otro flagrante acto de agresión militar contra Pakistán al enviar drones a múltiples ubicaciones», denunció Ahmed Shariff, teniente general y portavoz del Ejército de Pakistán. Sin desmentir lo ocurrido, un comunicado el Ministerio de Defensa de la India valora que la respuesta ha sido «similar y con la misma intensidad que la de Pakistán».
La amenaza nuclear mutua hace de la escalada un problema que lejos de ser regional puede llegar a ser global.
Acusaciones mutuas
Pakistán informó el miércoles de la muerte de al menos 31 civiles y de 57 heridos a causa del ataque aéreo indio y del incesante intercambio de disparos en la Línea de Control (LdC) de Cachemira. Aunque Islamabad insiste en que, durante la denominada por Nueva Delhi como ‘Operación Sindoor’, se alcanzó población y bienes civiles, la India mantiene que no hubo daños en instalaciones civiles, económicas ni militares. El Ministerio de Defensa indio denunció además que Pakistán había aumentado la intensidad de sus disparos «no provocados» a lo largo de la Línea de Control, la frontera de facto entre ambas potencias nucleares en la Cachemira, utilizando morteros y artillería.
Al menos 16 personas han muerto hasta ahora en suelo indio como consecuencia de los disparos paquistaníes, según la India. Así, las declaraciones cruzadas no cesan. Mientras que el primer ministro paquistaní, Shehbaz Sharif, advirtió la noche del jueves que Pakistán responderá «en el momento, lugar y forma que considere» tras recibir autorización para ello del Comité de Seguridad Nacional, el ministro indio de Exteriores, Subrahmanyam Jaishankar, afirmó que la India respondería a cualquier ataque paquistaní «con mucha, mucha firmeza».
La UE pide «moderación» y «diálogo»
Por su parte, la alta representante para la Política Exterior de la UE, Kaja Kallas, ha instado a ambas partes a «ejercer moderación, reducir las tensiones y abstenerse de nuevos ataques para proteger la vida de los civiles en ambos lados». Kallas ha «condenado inequívocamente» el ataque que dejó 26 turistas muertos en la región de Cachemira, y ha subrayado que «el terrorismo nunca puede justificarse».
Aun así, Kallas ha insistido en la importancia de «entablar un diálogo» y en la necesidad de que la India y Pakistán «cumplan con sus obligaciones en virtud del derecho internacional y tomen todas las medidas posibles para proteger la vida de los civiles».
La India y Pakistán están sumidos en una gran escalada de tensión, que aumentó después de una serie de ataques aéreos indios efectuados la madrugada del miércoles en suelo paquistaní. Ambas potencias nucleares viven uno de sus momentos más complejos de las últimas décadas, motivado por el ataque del pasado 22 de abril en una localidad turística de la Cachemira india en el que murieron 26 civiles, la mayoría turistas indios. Nueva Delhi culpa a Islamabad de estar detrás de este ataque.