De entre las principales preocupaciones de los jóvenes en nuestro país, el acceso a la vivienda es una de las que sale en el top 3. Comprar un piso se ha convertido en un auténtico reto para los jóvenes y el deseo de emanciparse parece que está pasando a ser una quimera más que una realidad.
La continua subida de los precios de la vivienda, que no van a acompañados con un aumento del salario y las exigencias de ahorro a nivel económico son algunas de las principales trabas que se encuentran a la hora de adquirir un hogar.
En los últimos años, el precio de la vivienda ha aumentado significativamente en muchas ciudades españolas, especialmente en grandes núcleos urbanos como Madrid, Barcelona, Valencia o Málaga. Mientras tanto, los sueldos no han seguido el mismo ritmo. Muchos jóvenes trabajan con contratos temporales, jornadas parciales o en sectores precarios, lo que les dificulta enormemente reunir el ahorro necesario para pagar una entrada y acceder a una hipoteca.
Además, las entidades bancarias exigen cada vez más garantías para conceder financiación. Normalmente, se necesita contar con al menos el 20% del valor del inmueble ahorrado, más un 10% adicional para gastos de notaría, impuestos y gestoría. Esta barrera económica deja fuera a miles de jóvenes, especialmente aquellos que no cuentan con ayuda familiar.
Ayudas para jóvenes para comprar una vivienda
A pesar del complicado panorama, existen algunas ayudas públicas orientadas a facilitar el acceso a la vivienda para los jóvenes. Una de las principales es el Plan Estatal de Vivienda, que contempla subvenciones para menores de 35 años que quieran adquirir una vivienda habitual en municipios con menos de 10.000 habitantes. Estas ayudas pueden alcanzar hasta 10.800 euros, siempre que el inmueble no supere los 120.000 euros de valor y el beneficiario tenga ingresos inferiores a tres veces el IPREM.
Otra opción interesante es el acceso a viviendas de protección oficial (VPO), que ofrecen precios más asequibles y condiciones de financiación ventajosas. No obstante, la disponibilidad de este tipo de viviendas es limitada y depende de cada comunidad autónoma.
Por último, algunos gobiernos autonómicos y locales han lanzado programas propios de ayuda a la compra de vivienda para jóvenes, con subvenciones directas, avales o rebajas fiscales, aunque su aplicación y cuantía varían según la región.
Avales ICO del Gobierno: impulso para los jóvenes compradores
Una de las medidas más recientes para facilitar el acceso a la vivienda es la creación de una línea de avales ICO para jóvenes y familias con menores a cargo, impulsada por el Gobierno de España. Esta iniciativa permite avalar hasta el 20% del valor de la vivienda, lo que reduce el capital inicial que deben aportar los compradores. Si la calificación energética D o superior se podrá avalar hasta el 25 % del importe.
Los requisitos para acceder a esta ayuda incluyen:
- Tener menos de 35 años o formar parte de una familia con hijos menores.
- Ingresos individuales inferiores a 37.800 euros anuales (4,5 veces el IPREM).
- La vivienda debe ser primera residencia y no superar un precio máximo, que varía según la zona.
- No disponer ya de otra propiedad en propiedad.
Este aval público cubre parte del importe del préstamo hipotecario, lo que permite que los bancos concedan hipotecas más fácilmente a jóvenes que no tienen suficiente ahorro inicial. La medida estará vigente hasta diciembre de 2025, aunque puede prorrogarse si hay consenso político y disponibilidad presupuestaria. Lo que hay que tener en cuenta es que el límite de patrimonio avalado será de un máximo de 100.000 euros.
Gracias a esta herramienta, se espera que más de 50.000 jóvenes y familias puedan acceder a una vivienda en propiedad, representando un paso importante para reducir la brecha generacional en el acceso a la vivienda en España.