La delegada del Gobierno Pilar Bernabé reveló en su declaración ante la jueza de la dana que el presidente de la Generalitat, Carlos Mazón, desde la misma noche del 29 de octubre y hasta días después dirigía los Cecopi (Centro de coordinación operativa integrado) y organizaba los turnos de palabra. Según Bernabé desde «la mañana [del 30 de octubre] el president, hasta días después que cambió su actitud, en los Cecopi él dirigía las reuniones, daba la palabra. Quiero entender que él dirigía el mando, desde luego dirigía las reuniones», aseguró, en respuesta a las preguntas del abogado de una víctima, Ximo Esteve.
La transcripción de la declaración de Bernabé como testigo, celebrada el 14 de abril durante casi siete horas, se notificó ayer a las partes. Una literalidad quepermite detectar detalles que no trascendieron el día de su comparecencia. Como la participación de Carlos Mazón en el fatídico 29 de octubre. Bernabé no recordaba la hora exacta en la que vió al jefe del Consell por primera vez en el Centro de Coordinación de Emergencias de l’Eliana. Pero sí que después de que «sonó la alerta vió al presidente de la Generalitat. El president ha dicho en medios de comunicación y en su comparecencia en Las Corts que llegó sobre las 7 de la tarde [antes de que admitiera que fue a las 20.28 horas] y ella cree que a lo mejor llego justo en el momento en que se había cortado la conexión, pero le vio después del envío de la alerta».
Durante esas primeras horas de Mazón en el Cecopi, Bernabé declaró que «para todos los presentes suponía que él era quien dirigia el Cecopi, aunque partir de las 20.28 horas -si es esa la hora a la que llegó- todo era caótico y no habia establecido orden en turno de palabra. A partir de ese momento se intentaba atender las emergencias de la manera más rápida posible». Y a partir del 30 de octubre, «cuando el president va al Cecopi dirige la reunión, se sienta en un lugar presidencial, da y quita la palabra, dirige el Cecopi».
Otra dato desconocido hasta ayer fue que Pilar Bernabé se enteró del desbordamiento del Magro al mediodía por los medios de comunicación y no por Miguel Polo, presidente de la CHJ (Confederación Hidográfica del Júcar). «Miguel Polo no le comunicó nada sobre el desbordamiento del rio Magro [Utiel] por la mañana. Cuando ella es conocedora por los medios de comunicación, avisa al presidente de la CHJ a las 13.51 horas y vuelven a hablar a las 14.02 horas», según refleja la transcripción literal de la declaración de la delegada del Gobierno. Cabe recordar que el Magro en Utiel carece de sensor para detectar un incremento de caudal del río. Sí existen sensores de lluvia en el embalse de Forata (Yàtova) y para detectar los caudales de entrada y salida. Y otro sensor de lluvia en el Huerto de Mulet de Algemesí.
Respecto a la información que recibió de Polo, Bernabé respondió al abogado de la Asociación Dana Horta Sud que «Miguel Polo no le comunicó nada sobre el desbordamiento del rio magro por la mañana». Sólo «cuando ella es conocedora por los medios de comunicación, avisa al presidente de la CHJ a las 13.51 horas y vuelven a hablar a las 14.02 horas».
Respecto a la conversación, Bernabé explicó que «los términos de la conversación tenian que ver con lo que estaba pasando, en esas horas lo que estaba abordando era una situación de rescate y salvamento que le transmitían los responsables de Utiel y Requena, por el desbordamiento del barranco [un error ya que hablaban del río Magro], estaba centrada en eso. La especificidad de la conversación no puede recordarla. No recuerda si le recriminó que se hubiera enterado del desbordamiento por los medios de comunicación, pero asegura que en cuanto fue conocedora de la situación intentó recabar más información para colaborar y ayudar».
Ya en la reunión del Cecopi, el cerebro de la emergencia que se convocó a las 17 horas del 29 de octubre, Bernabé explicó en respuesta a preguntas de la jueza que «al principio desde la CHJ dijeron que estaban preocupados por la presa de Forata, por la cantidad de agua, que estaban entrando unos 2.000 metros cúbicos por segundo (m3/s) cuando podían entrar unos 1.000 m3/s. Si entraban en escenario 2 supone riesgo inminente de colapso y lo siguiente podría ser llegar al escenario 3 que supone la rotura definitiva, lo cual supondría inundaciones de hasta 4 metros de altura en todos los municipios aguas abajo de la presa de Forata», declaró Bernabé.
«En ese momento la declarante [Bernabé] había hablado con muchos alcaldes y sabía de su preocupación, sabía que había municipios que sufrirían de manera directa las primeras consecuencias de esa posible rotura, en algunos de ellos tenian problemas de cobertura y no podrian advertirles, lo cual le preocupó mucho».
Ya en respuesta al Fiscal de la causa de la dana, Cristobal Melgarejo, Bernabé respondió que «por parte del presidente de la CHJ, el señor Polo, no recibía datos concretos sobre la pluviometría y sobre el caudal de los ríos, eso se envia en tiempo real por los distintos canales que recibe el Centro de Coordinación de Emergencias (CCE) y todos los organismos que se reciben por correos electrónicos, al resto de organismos a modo informativo, porque quienes filtran y tienen técnicos formados para hacer valoraciones sobre emergencias estan en el CCE (Centro de Coordinación de Emergencias)». Y sobre su papel aquel día aseguró al Ministerio Público que «es coordinar las agencias y atender los requerimientos que haga la dirección de la emergencia. La información que le daba el señor Polo era por cuestiones que ella le preguntaba porque le habían transmitido algunos alcaldes y ella le manifestaba su preocupación. Por ejemplo, el alcalde del Algemesí le preguntó por el Magro, y cree que la alcaldesa de Carlet, que le dijo al señor Polo que les llamara para decirle cómo estaban funcionando».
La transcripción de la declaración de la delegada del Gobierno como testigo también reveló que el correo de las 18.43 horas de la Confederación Hidográfica del Júcar, que alertaba sobre el incremento brutal del barranco del Poyo, en el cruce con la A-3, en término de Riba-roja llegó cuando el Cecopi estaba en «modo presencial» con los micrófonos y cámaras parados para los asistentes en remoto.
La declaración de la delegada del Gobierno se celebró el 14 de abril, cuando Bernabé compareció ante la jueza de la dana, durante casi siete horas, ya que al comparecer como testigo estaba obligada a decir verdad (los investigados pueden mentir en su defensa) y a contestar a todas las partes (jueza, fiscales y abogados de acusaciones y defensas).