Su-27 ejecuta la maniobra Cobra de Pugachev

El Sukhoi Su-27 realiza la Cobra de Pugachev, un movimiento que desafía la aerodinámica y destaca su agilidad.

La maniobra Cobra de Pugachev en el Su-27 Flanker

El Sukhoi Su-27 Flanker, un caza de superioridad aérea diseñado por la Oficina de Diseño Sukhoi de la Unión Soviética, asombró al mundo en 1989 durante el Salón Aeronáutico de París en Le Bourget. El piloto de pruebas Viktor Pugachev ejecutó una maniobra sin precedentes: la Cobra, en la que el avión elevó su morro a un ángulo de ataque de hasta 120 grados, frenando drásticamente mientras mantenía el control, para luego recuperar la posición de vuelo nivelado. Este movimiento, posible gracias al diseño aerodinámico avanzado del Su-27 y sus potentes motores AL-31F, marcó un hito en la aviación militar y destacó las capacidades de supermaniobrabilidad del caza. La maniobra, aunque espectacular, tiene aplicaciones tácticas limitadas en combate moderno, pero sigue siendo un testimonio de la ingeniería soviética.

La Cobra de Pugachev requiere que el piloto desactive el limitador de ángulo de ataque, normalmente fijado en 26 grados, y tire de la palanca de control para elevar el morro rápidamente. Durante la maniobra, el Su-27 alcanza un ángulo de ataque extremo, entre 90 y 120 grados, lo que provoca una pérdida significativa de velocidad y convierte al avión en una especie de freno aerodinámico. Los motores AL-31F, cada uno con un empuje de 122.6 kN con postcombustión, proporcionan la potencia necesaria para mantener una altitud casi constante y recuperar el vuelo nivelado. La estabilidad aerodinámica del Su-27, combinada con su sistema de control por cables (fly-by-wire), permite al piloto ejecutar este movimiento sin perder el control, incluso en condiciones de post-pérdida. La maniobra sorprendió a los observadores occidentales, que no habían visto un caza de gran tamaño realizar un movimiento tan extremo.

El diseño aerodinámico del Su-27 es clave para la Cobra. Su configuración de ala delta recortada, con extensiones de borde de ataque (LERX), genera vórtices que mantienen el flujo de aire sobre las alas a altos ángulos de ataque. Esto permite al avión permanecer controlable incluso cuando está prácticamente detenido en el aire. Además, los motores AL-31F cuentan con toberas de escape ajustables que ofrecen una vectorización parcial del empuje, lo que mejora la capacidad del avión para maniobrar en regímenes de baja velocidad. La estructura del Su-27, con un fuselaje que se integra con las alas en un diseño de cuerpo de sustentación, contribuye a su bajo peso relativo y alta relación empuje-peso, estimada en 1.09 en configuración de combate. Estas características hacen posible la ejecución de maniobras como la Cobra, que requieren un control preciso y una gran potencia.

La maniobra se desarrolló en la Unión Soviética durante la década de 1980, tras estudios realizados por el Instituto Central de Aerohidrodinámica (TsAGI) y la Oficina Sukhoi. Aunque Viktor Pugachev popularizó la Cobra en 1989, el piloto de pruebas Igor Volk fue el primero en ejecutarla en un Su-27 durante vuelos de prueba. Los ingenieros soviéticos buscaron aprovechar la supermaniobrabilidad para obtener ventajas tácticas en combates a corta distancia. La Cobra permite al Su-27 frenar rápidamente, lo que puede hacer que un avión perseguidor lo sobrepase, ofreciendo una oportunidad para contraatacar. Además, la maniobra puede interrumpir el bloqueo de un radar Doppler, ya que la velocidad relativa del avión cae por debajo del umbral detectable. Sin embargo, estas ventajas tácticas son limitadas en escenarios de combate modernos, dominados por misiles guiados por infrarrojos y radares avanzados.

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Su-27

Datos clave sobre la maniobra Cobra en el Su-27

  • Ángulo de ataque: Alcanza entre 90 y 120 grados, superando los límites de la mayoría de los cazas.
  • Motores: Dos AL-31F con 122.6 kN de empuje cada uno, con vectorización parcial.
  • Control: Sistema fly-by-wire con limitador de ángulo de ataque desactivado manualmente.
  • Velocidad: Reduce drásticamente la velocidad, actuando como freno aerodinámico.
  • Estabilidad: Diseño aerodinámico con LERX y cuerpo de sustentación mantiene el control en post-pérdida.

A pesar de su impacto visual, la utilidad táctica de la Cobra en combates reales es objeto de debate. En un dogfight, la maniobra puede permitir al Su-27 ganar una posición ventajosa al hacer que un perseguidor lo sobrepase. Sin embargo, durante la ejecución, el avión queda vulnerable debido a su baja velocidad y alta exposición. Los misiles modernos, como el R-73 Archer, que el Su-27 puede llevar, tienen capacidades de disparo fuera del eje visual, lo que reduce la necesidad de maniobras extremas para apuntar al enemigo. Además, la Cobra expone el avión a sistemas de defensa antiaérea y a otros cazas cercanos, lo que limita su uso en escenarios de combate con múltiples amenazas. Algunos pilotos occidentales, como los que operan el F-15 Eagle, han argumentado que la maniobra es más un espectáculo de exhibición que una táctica práctica, aunque reconocen la agilidad superior del Su-27 en combates cercanos.

El Su-27, introducido en servicio en 1985 con la Fuerza Aérea Soviética, fue diseñado para contrarrestar cazas estadounidenses como el F-15 Eagle y el F-14 Tomcat. Con un alcance de 3,530 km, una velocidad máxima de Mach 2.35 y capacidad para llevar hasta 10 misiles aire-aire, el Flanker se convirtió en un pilar de la defensa aérea soviética. Su capacidad para realizar maniobras como la Cobra lo distinguió de sus contemporáneos, que dependían más de la aviónica avanzada que de la agilidad pura. La maniobra también se ha ejecutado en derivados del Su-27, como el Su-30MKI, que incorpora canards y vectorización de empuje avanzada, y el Su-35S, con motores AL-41F1S más potentes. Estos modelos han mejorado la precisión y seguridad de la Cobra, aunque su uso sigue siendo principalmente demostrativo.

Evolución y contexto de la Cobra de Pugachev

La Cobra no fue un descubrimiento exclusivo del Su-27. En la década de 1960, pilotos suecos que operaban el Saab 35 Draken desarrollaron una maniobra similar, llamada “kort parad”, para recuperar el control tras pérdidas a alta velocidad. Sin embargo, la maniobra sueca tenía limitaciones debido a la menor potencia de los motores del Draken y no se popularizó. Los soviéticos, en cambio, refinaron la técnica con el Su-27, aprovechando su diseño optimizado para maniobras post-pérdida. El TsAGI y el Instituto de Investigación de Vuelo Gromov realizaron extensas pruebas para garantizar que la Cobra fuera segura y reproducible, lo que permitió su exhibición pública en 1989. Desde entonces, la maniobra se ha convertido en un sello distintivo de los cazas Sukhoi, ejecutada por modelos como el Su-37, que alcanzó ángulos de ataque de hasta 180 grados gracias a la vectorización de empuje tridimensional.

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Su-27 Flanker

En el contexto de la Guerra Fría, la Cobra de Pugachev sirvió como una demostración de la capacidad tecnológica soviética. En un momento en que los cazas occidentales, como el F-16 Falcon, priorizaban la electrónica y los sistemas de armas, el Su-27 destacó por su enfoque en la aerodinámica y la maniobrabilidad. La maniobra impresionó a los observadores en Le Bourget, donde el Su-27, pintado en azul celeste, ejecutó una serie de movimientos que desafiaban las expectativas sobre un caza de 22 toneladas. La prensa especializada, como Aviation Week, describió la Cobra como “una hazaña aerodinámica sin precedentes”, aunque algunos analistas militares cuestionaron su relevancia táctica. En 1990, el Su-27 visitó Estados Unidos para exhibiciones en la Base Aérea de Langley, donde pilotos de la-atag>

El impacto de la Cobra se extendió más allá de las exhibiciones aéreas. Durante la década de 1990, el Su-27 y sus derivados, como el Su-30 y el Su-33, se exportaron a países como China, India y Vietnam, consolidando la reputación del Flanker como un caza de élite. La maniobra Cobra, aunque raramente utilizada en combate, se convirtió en un símbolo de la filosofía de diseño de Sukhoi, que priorizaba la agilidad y el rendimiento en regímenes de vuelo extremos. En la actualidad, la Fuerza Aérea Rusa opera más de 300 Su-27 y sus variantes, mientras que otros países, como Ucrania, continúan utilizando el avión en roles de superioridad aérea y entrenamiento. La Cobra sigue siendo una atracción en espectáculos aéreos, realizada por pilotos altamente capacitados para demostrar las capacidades del Su-27 y sus sucesores.

En resumen, la maniobra Cobra de Pugachev es un testimonio del diseño innovador del Sukhoi Su-27 Flanker. Su capacidad para realizar un movimiento tan extremo, gracias a su aerodinámica avanzada y sus motores AL-31F, capturó la imaginación de los entusiastas de la aviación y demostró el potencial de la supermaniobrabilidad. Aunque su utilidad en combate moderno es limitada, la Cobra sigue siendo un hito en la historia de la aviación militar, destacando la audacia de los ingenieros y pilotos soviéticos que desafiaron los límites de la física en el aire.

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