Merz es investido canciller alemán al lograr mayoría en la segunda votación del Bundestag

Friedrich Merz se ha convertido en el nuevo canciller alemán al conseguir los votos necesarios en una segunda votación en el Bundestag después de una primera ronda fallida horas antes en la que se quedaba con 310 de los 316 votos necesarios. En esta segunda votación, Merz sí que ha logrado la mayoría absoluta exigida para la elección, con 325 votos a favor de su investidura, 289 en contra y una abstención.

El resultado de la primera votación parlamentaria supuso un revés inesperado para Merz, ya que se daba por descontado que lograría los votos necesarios.

Como anunciaba esta mañana la presidenta de la Cámara Baja alemana, Julia Klöckner, «el diputado Friedrich Merz no ha obtenido la mayoría necesaria de al menos 316 votos. De conformidad con el apartado 2 del artículo 63 de la Ley Fundamental, no ha sido elegido canciller federal de la República Federal de Alemania».

De esta manera, la sesión quedaba suspendida para que los grupos pudieran debatir. Atendiendo al procedimiento establecido, se marca un plazo máximo de 14 días para una segunda votación si en la primera no se alcanza la mayoría absoluta. En el caso de que tampoco se obtuviera, la tercera votación puede realizarse inmediatamente después y bastaría una mayoría simple.

Cabe destacar que, en la historia reciente del país, nunca un candidato a canciller había fracasado en la primera votación.

Fue a finales de febrero cuando el resultado de las elecciones alemanas dejó a la formación de centro-derecha CDU/CSU, liderada por Merz, con el 28,6% de los votos, superando a la formación de ultraderecha AfD, que logró hasta el 20,8%, situándose como segunda fuerza política. El perdedor fue el SPD (centro-izquierda) de Scholz, que cayó al 16,4%. Mientras, los Verdes (centro-izquierda) quedaron en cuarto lugar con el 11,6%, seguidos por La Izquierda, con el 8,8%.

Desde entonces se ha estado negociando la hoja de ruta para los próximos cuatro años, que finalmente quedó fijada este lunes en un contrato de coalición de 144 páginas y titulado «Responsabilidad para Alemania» tras el acuerdo firmado entre los conservadores de la CDU y los socialdemócratas del SPD.

No obstante, según las cuentas, al menos cinco diputados de la coalición negociada votaron en contra de Merz en esa primera votación.

FRACASO SIN PRECEDENTES

Los analistas de Berenberg califican lo ocurrido como «una mala sorpresa». Aunque matizan que hay que ponerla en contexto.

Como explican, en primer lugar, «el antiguo parlamento ya había aprobado la modificación del freno de la deuda en la constitución. El margen fiscal adicional existe. Claro que se necesita un gobierno para tomar las decisiones de gasto. El revés de hoy probablemente no afectará significativamente la forma en que se asigna el dinero adicional para defensa e infraestructura».

Además, «la mayoría de las leyes normales en el parlamento no se aprueban mediante votación secreta (y solo requieren una mayoría simple de los votos emitidos, en lugar de una mayoría absoluta, para su aprobación). Esto podría impedir que algunos de los miembros de la coalición que no votaron por Merz hoy rechacen leyes de un gobierno de Merz. Una vez elegido, es muy probable que un gobierno de Merz pueda implementar su agenda al final«.

En cualquier caso, creen que «lo más probable es que Merz sea finalmente elegido canciller. Pero el fracaso sin precedentes en la primera vuelta sería un mal comienzo para él. Demuestra que no puede confiar plenamente en sus dos partidos de coalición. Esto generará dudas sobre su capacidad para impulsar plenamente su agenda, lo que perjudicará su autoridad nacional e internacional, al menos inicialmente».

«Se suponía que sería el comienzo de un nuevo comienzo, pero resultó ser un día de gran frustración«, apuntan en ING, que opinan que «el fracaso es una clara señal de que, o bien algunos políticos de la CDU/CSU aún se quejan del giro fiscal de Merz, o bien algunos políticos del SPD querían expresar su descontento con los ministros designados por el SPD. O bien, fue una combinación de ambos».

Aseguran que la votación fallida «es un desastre y la primera vez en la historia alemana que un canciller designado no obtiene los votos necesarios». «Los acontecimientos demuestran que no todos parecen haber comprendido la urgencia y la necesidad de un gobierno eficaz. También demuestran que se ha desvanecido la esperanza de que el próximo gobierno alemán designado pueda impulsar rápidamente las inversiones y las reformas».

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